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Yucatán

Recortes federales, para tratar de hacer más eficiente el gasto

Los recortes del presupuesto federal previstos para el 2020 son acciones del Gobierno Mexicano para tratar de hacer más eficiente el gasto, especialmente en aquellos rubros en los que se tiene certeza de que van a ser utilizados en lo que corresponde y recortar inversiones en aquellos rubros donde había gasto programado del que se necesita, dijo ayer el Doctor en Economía, Raúl Vela Sosa, después de una charla que ofreció a socios del Colegio de Economistas de Yucatán, que preside el Lic. Richard Mut Tun.

El Dr. Vela Sosa explicó que los ajustes son para poder atender lo específico, lo necesario, lo importante y urgente sea lo que se atienda, en espera de que se recupere el proceso de inversión en México para entrar a una etapa de mayor ingreso, crecimiento del producto y que permita en los próximos años presupuestar más gasto.

En otras palabras, estamos viviendo una coyuntura para trabajar en lo que más urge y, más adelante, armonizar los tiempos con los diferentes programas gubernamentales para que el gasto sea más eficiente y se ejerza en el tiempo y monto que debe ser, agregó el entrevistado.

Sobre la charla titulada “El Valor Económico de la Cultura”, Vela Sosa dijo que su exposición no intenta abordar el tema de la cultura con fines de lograr una definición de ella ni discutir sus diversas interpretaciones y significados que los estudios nos han legado, sino que se trata de abordar el tema cultural desde la perspectiva del desarrollo.

La actividad cultural

En ese rubro, dijo el economista, se trata de destacar el talento que subyace en los bienes y servicios culturales y su gran aportación no sólo en su valor simbólico cultural, sino en su valor tangible y en la fortaleza económica de las naciones.

Se trata de presentar información que articula las expectativas de desarrollo de la sociedad con la utilidad de la cultura y su dinámica para generar inversiones, empleos e ingresos dignos.

Lo que sí es importante, que nos quede claro, es que la cultura es un bien público y un derecho constitucional en México.

El ex director de la Facultad de Economía de la UADY y ex secretario de la Cultura y las Artes del Estado, dijo que en ese sentido debemos identificar a la economía cultural o economía creativa que se basa en la herencia cultural, el talento, la conectividad y la propiedad intelectual.

La economía cultural representa el 6.1 % de la economía global.

En el 2014 alcanzó 4.3 billones de dólares, algo así como el 120% de la economía de Alemania, que es la más fuerte de Europa, y 2.5 veces el gasto militar en el mundo.

Según la Organización de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD), las exportaciones de bienes y servicios entre el 2002 y el 2014 crecieron 134%, alcanzando 646 mil millones de dólares.

Ese comercio se divide en: 1.- Combustibles, 2.- Equipo electrónico, 3.- Maquinaria y reactores nucleares, 4.- Vehículos y 5.- Bienes y Servicios creativos (por encima de alimentos).

En la división Bienes y servicios creativos, las transacciones de los servicios creativos crecen 70% más rápido que el de bienes creativos y eso se atribuye al uso del Internet.

Entre los bienes y servicios creativos están considerados los convencionales: Libros, revistas, periódicos, literatura, bibliotecas, cine, televisión, radio, video, fonografía, discografía, audiovisual, artes visuales y escénicas; teatro, orquestas, danza, ópera, artesanías, moda, turismo cultural, arquitectura, museos y galerías, gastronomía, conciertos. Los nuevos: multimedia, software, videojuegos, datos, soporte de medios.

Se estima que, desde el 2012, las industrias del entretenimiento inyectaron 2.2 billones de dólares a la economía mundial y eso fue equivalente al 230% del valor de las exportaciones petroleras. Hoy en día, con la caída de los precios de ese producto, la cantidad sería mucho mayor.

Como ejemplo dijo que en la industria del cine hay 3 grandes consorcios en el mundo: Hollywood (Estados Unidos), Bollywood (India) y Nollywood (Nigeria), los cuales producen más de 4 mil películas al año, más de 80 películas por semana.

Además los videojuegos 70% en uso en tabletas digitales. Desde su lanzamiento en 1998, se calcula que se han descargado más de 25 mil millones de canciones, con 99 centavos dólar por canción. Más de 50 mil millones de apps se han descargado de la Appstore.

Economía cultural

La construcción de la Hidroeléctrica “Tres Gargantas” en China, se propuso desde 1980 como parte de las reformas económicas del presidente Den Xiao Ping. Se concluyó en el 2012 con un costo de 25 mil millones de dólares.

Los musicales más exitosos en Broadway en las últimas 3 décadas han recaudado en venta de boletos y mercadotecnia 26 mil millones de dólares (mil millones más). “Cats” (2.8), “Los Miserables” (2.6), “La Bella y la Bestia” (1.6), “El Rey León” (5), “Mamma Mía” (5.6), “El Fantasma de la Opera” (5.6), etc.

¿Cómo se le conoce en el mundo a esta actividad?

Como Economía cultural, industrias creativas, industria del entretenimiento, industria de contenidos, economía creativa. En ello se entiende a la creatividad, el arte y la cultura como materia prima y que tienen una función directa en una cadena de valor creativa.

Los contenidos se transforman en bienes y servicios a través del ciclo creación, producción, distribución, comercialización y consumo.

El talento creativo está presente en los bienes y servicios que como el arte, el diseño, los videos, las películas, las artesanías, llevan consigo un valor simbólico intangible que supera su valor de uso.

En la sociedad industrial se habló de “manufactura” en la nueva sociedad del conocimiento se habla de “mentefactura”. En la sociedad se ha valorado la “mano de obra”. En la nueva sociedad se valora la “obra de la mente”, es decir, el talento.

Las nuevas tecnologías han impactado las cadenas productivas de la actividad creativa y sus dinámicas de consumo generan resistencias temporales, como ejemplo señaló que el avance en las telecomunicaciones. El teléfono necesitó 35 años para que la cuarta parte de los Estados Unidos tuviera un aparato.

A la televisión le tomó 25 años, a la radio 22 años, a las computadoras 16, al Internet 7. Pero al Gmail, Facebook, Twitter, Instagram y Linkedin, sólo 2 años.

En cuanto a las audiencias en el mundo, a la radio le tomó 38 años el llegar a 58 millones de personas. A la T.V. 13; al Internet 4; al Ipod 3 y al Facebook 2. En estos fenómenos están presentes interactuando la ciencia, la tecnología y la cultura.

Por otra parte, la contribución del sector cultural al producto económico mundial, lo podríamos expresar de la siguiente manera.

Si la economía creativa fuera un país, sería la cuarta economía mundial, después de Estados Unidos, China y Japón, por encima de Alemania. Sería el noveno mayor exportador, la cuarta fuerza laboral y concentrando el 6% del consumo.

Hacer el análisis para la cuantificación económica de la cultura es un ejercicio nuevo que todavía se está perfeccionado los mecanismos de medición metodológica. Porque el impacto económico de las industrias creativas es valioso e innegable. Puede que se el capital intangible que subyace en ellas, se encuentre subvalorado socialmente y pobremente remunerado en términos económicos.

En el caso de México se han logrado unos cálculos. Las actividades culturales del país han venido participando con 2.7% del Producto Interno Bruto (PIB) en los últimos años; hoy se calcula que es arriba del 3.5%. Calculado por áreas generales, el apartado de artesanías y juguetes tradicionales tuvo la contribución más alta con 43.6%; le sigue comercio de productos culturales (19.1%) y diseño y servicios creativos (8.7%).

En un segundo bloque, con menor aportación, se registran: artes plásticas y fotografía (2.6%); sitios históricos y parques naturales (1.5%), y música y conciertos (0.9 por ciento).

En un tercer nivel, en menor magnitud han venido creciendo actividades específicas como en medios audiovisuales (0.35%); artes escénicas y espectáculos (0.28%); diseño y servicios creativos (0.21%); edición e impresión de libros, impresiones y prensa (0.19%); patrimonio (0.05%); gestión pública en actividades culturales (0.03%), y artes plásticas y fotografía (0.01 por ciento).

En cuanto al consumo se registra la adquisición de artesanías con 37.2%, así como medios audiovisuales con 20.9%, en tanto que en patrimonio y en diseño y servicios creativos se registró la menor parte del mismo, con 1.4 y 1.3%.

En otras palabras, la política de desarrollo cultural en México tiene que orientarse más a la modernización o quedaremos rezagados con relación a lo que está ocurriendo en el mundo.

Aquí mismo en América Latina, Argentina, Brasil, Chile, Panamá y Uruguay están por encima de México en contribución de la economía creativa al PIB.

El ejemplo de la industria cinematográfica. Con datos de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados: En el 2018 recibió 78 premios; se filmaron 186 películas; 115 se estrenaron en cines; 30 millones de personas asistieron a las salas. La industria arrojó más de 660 mil millones de pesos. El 50 % fueron “óperas primas”, es decir, primeras obras de creadores. El 20% es para segundas y terceras obras y sólo 10% de lo que se exhibe en salas es cine mexicano. Algunos datos estadísticos del consumo cultural, realizado por la firma Parametría.

Porcentaje de jóvenes de 18 años o más que han asistido a eventos culturales en el país, en los últimos años. Junio del 2016, 64 por ciento; mayo del 2017, 59 por ciento; mayo del 2018, 58 por ciento y mayo del 2019, 57 por ciento. La tendencia es una caída de -6% de junio de 2016 a mayo del 2017.

(Víctor Lara Martínez)

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