Eliseo Martín Burgos
Entre los compositores Gioacchino Rossini y Jacob Meyerberg había un terrible celo profesional, público y notorio; Rossini no perdía ocasión para hablar mal del judío y el judío pagaba a energúmenos para que fueran a escandalizar en los conciertos del italiano. Asimismo Rossini no tragaba a Richard Wagner, de quien decía que sus partituras sonaban igual interpretadas boca arriba que boca abajo. Sólo Lohengrin decía que le encantaba la música de Rossini.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca