Jorge A. Franco Cáceres
Declara José Angel Gurría Treviño (JAGT), Secretario General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que el crecimiento ahora sólo puede ser incluyente y sustentable, reiterando que la confianza mercantil es la madre de la inversión extranjera y ésta es para su organismo el motor del crecimiento económico.
¿Qué significan estas declaraciones del economista neoliberal y tecnócrata priísta, miembro del derrotado Partido Revolucionario Institucional, que durante el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León desempeñó el cargo de Secretario de Relaciones Exteriores y luego de Secretario de Hacienda y Crédito Público?
¿Significa que OCDE reconoce al fin que el miserable crecimiento ocurrido durante 36 años de dictadura tecnocrática en México, fue radicalmente excluyente y fatalmente insustentable en todos sentidos?
¿O quiere advertir a la Presidencia de la República que, con o sin iniciativas para combatir los problemas estructrales agudizados por el servilismo estatal ante la inversión extranjera, ésta debe permanecer intocable para que OCDE respalde la Cuarta Transformación (4T)?
Por el momento ahora que busca ser Presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y también por el ámbito del ITAM, donde fueron sus declaraciones, se trata de una advertencia tecnocrática de OCDE al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. No es, a decir verdad, ninguna orientación social y humana de JAGT a los poderes del Estado mexicano para el crecimiento señalado.
Como Secretario General juzga a partir de los pronósticos de OCDE de 1.25% para 2020 y 1.5% para 2021; sentencia luego que la pronta aprobación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) no va a resolver los problemas de pobreza en México; y concluye que sólo se tendrá suficiente avance económico si se otorga confianza y certidumbre a la inversión extranjera. La advertencia de JAGT es clara: la 4T no debe intentar ningún crecimiento que no sea en los términos de OCDE.
Insiste Gurría Treviño sobre la Apuesta por el Crecimiento -Going for Growth- de su organización, reclamando acciones enérgicas y sistémicas para poner en marcha reformas tecnocráticas en una amplia gama de políticas públicas. Repite también que el gobierno mexicano tiene así las oportunidades de aumentar la demanda comercial, de impulsar el crecimiento económico, de crear empleos calificados y hasta garantizar que la sociedad comparta las ganancias correspondientes.
El ex secretario zedillista sigue creyendo que las reformas que aplaude OCDE a nivel global pueden sevir a México a impulsar el empleo, a aumentar la productividad y la demanda de apoyo. Se trata de esos factores que este organismo considera fundamentales para prevenir lo que denomina como un círculo vicioso en el que la débil demanda menoscabe el crecimiento potencial y la confianza mercantil. No dejan de espantar incautos con eso de que este círculo podría generar un estancamiento prolongado. Van así en líneas generales las advertencias globales a la 4T.
Aparte de algunos jefes de las oposiciones del sector empresarial y de los partidos minoritarios en el Congreso de la Unión, nadie más acompaña a José Angel Gurría Treviño en la embestida de OCDE contra la 4T. La inmensa mayoría de mexicanos comparte desde la campaña de AMLO, que el crecimiento incluyente y sustentable ha sido una farsa económica durante 36 años de dictadura tecnocrática.
El crecimiento incluyente y sustentable de OCDE no tiene posibilidades ante el programa social y humano de la Presidencia de República y los poderes del Estado mexicano. Es así porque lo único que su Apuesta por el Crecimiento evidencia como importante es el mercantilismo basado en el consumismo y el depredacionismo.