María Teresa Vázquez Baqueiro, directora del Instituto para la Inclusión de las Personas con Discapacidad del Estado de Yucatán (Iipedey), dijo ayer que en Yucatán se ha relacionado el tema de la discapacidad con el sufrimiento, y en el caso de las niñas con discapacidad, se asocia con sufrimiento y abuso.
Y añadió:
–Nació la niña, va a sufrir, nació una niña con discapacidad, va a sufrir y además muy probablemente va a ser abusada sexualmente. Tenemos esa relación ya culturalmente. Por eso el temor de los padres de familia es precisamente eso cuando nace la niña con discapacidad: lo vulnerable que puede ser a diferentes tipos de abuso, sobre todo al abuso sexual.
Cambiar la mentalidad
–Es terrible.
–Sí, es el temor con el que viven los padres de familia de niñas, jovencitas y mujeres con discapacidad, el abuso sexual, por eso tenemos que cambiar la mentalidad y fortalecer la cultura del reconocimiento de la dignidad de las personas con discapacidad, pues son personas que tienen derecho a vivir libres de violencia, y tenemos que hacer que no se vea como algo natural ni viene “per se” en la esencia de las personas con discapacidad el sufrimiento y el abuso.
Tenemos en el imaginario colectivo que las mujeres nacemos para sufrir y, si además es una niña con discapacidad, va a sufrir el doble y va a sufrir abuso sexual. Y lo que hay que hacer es precisamente eso: dignificar a la persona con discapacidad y ése es el trabajo que se está haciendo con las organizaciones civiles, con las instituciones de gobierno: recordarles todos los días que las personas con discapacidad son eso: personas que tienen la misma dignidad humana.
–¿Qué van a hacer hoy?
–La actividad del día de hoy es para dar seguimiento a las rutas de prevención y atención a la violencia contra niñas con discapacidad. Ya se han hecho diversos foros donde se analizó la problemática, donde diferentes actores tanto de la sociedad civil como padres de familia, como autoridades de salud, de educación, de procuración e impartición de justicia, participaron. Y finalmente lo que sigue ahora, después de toda esta información que los especialistas estuvieron recabando en los foros previos de todo el año 2019, lo que sigue ahora en el 2020 es el trabajo de presentar la propuesta de rutas que han elaborado las especialistas de Cocay y de otras instituciones para saber si estas propuestas, si esta ruta propuesta es la adecuada, la correcta, la que ayude y beneficie la atención de la violencia contra niñas con discapacidad.
Triplemente vulnerables
–¿Por qué hay violencia contra ellas?
–Bueno, tenemos el problema de que México es uno de los países donde las mujeres, las niñas, sufren mayores índices de violencia. En el caso de Yucatán, la violencia que viven niñas y mujeres es precisamente en la casa y las niñas con discapacidad, al ser un grupo vulnerable, por ser niñas, por ser mujeres, o vivir con la condición de discapacidad, son triplemente vulnerables. Entonces si la mujer, si las niñas, están en un contexto de una cultura donde a la mujer se le considera menos, donde a la mujer se le considera como alguien que debe estar al servicio de los demás, del esposo, de los padres, de los hermanos, pues evidentemente si se tiene una discapacidad este factor aumenta. Por eso la preocupación de tener estrategias precisas para que, cuando un maestro tenga conocimiento de que una niña con discapacidad ha sido víctima de abuso, de violencia, tenga los pasos concretos a dónde dirigirse para resguardar la seguridad y los derechos de la niña con discapacidad. Que evidentemente este protocolo está enfocado a niñas con discapacidad, pero puede ser también válido para niñas y niños sin discapacidad, adolescentes, incluso mujeres que son víctimas de violencia. Esto hablando del sector de maestros, pero también, por ejemplo, médicos; si en los Centros de Salud un médico, una enfermera, una trabajadora social, detecta que una niña con discapacidad ha sido víctima de abuso, para que tenga la ruta de a dónde acudir.
Ruta regionalizada
–¿Antes no existían protocolos de acción en este sentido?
–Existen protocolos ya en el Estado a nivel nacional también, de prevención y atención de la violencia, existe una norma oficial mexicana de qué hacer en caso de que el Sector Salud identifique un caso de abuso, pero en especial éste va a ser una ruta muy regionalizada, donde vamos a saber incluso con direcciones a dónde debe acudir la persona que detecta un caso de abuso contra una niña con discapacidad.
La entrevista se llevó a cabo en la Sala de Usos Múltiples del Inccopy, donde tuvo lugar la reunión con representantes de asociaciones civiles.
(Roberto López Méndez)