Monseñor Gustavo Rodríguez Vega, Arzobispo de Yucatán, exhortó ayer a los fieles a seguir el ejemplo de los Reyes Magos, que se pusieron en marcha para buscar y encontrar a Dios.
En la homilía de la misa que ofició ayer por la mañana en la catedral, el prelado dijo que tenemos mucho que aprender de los Reyes Magos: “mirar a lo alto buscando a la estrella y caminar con santidad en nuestras vidas, consultando al Señor lo que pensamos, lo que decimos o lo que queremos hacer”.
“Epifanía quiere decir manifestación, y celebramos la manifestación de Dios en carne humana, a las naciones representadas por los magos que aunque son nombrados como Melchor, Gaspar y Baltasar, en realidad pudieron haber sido 6,12 o más; lo importante son los regalos que entregaron a Jesús en un humilde pesebre: el oro, que fue de gran importancia para que Jesús, María y José pudieran tener los medios económicos para trasladarse a Egipto, instalarse y sostenerse para evitar a Herodes; en nuestro caso hay que tener en cuenta que nuestra economía debe estar al servicio de Dios y nuestros hermanos. La fe debe estar en el corazón, pero también en los bolsillos y utilizar el dinero para compartir con los necesitados”, subrayó.
En cuanto al incienso, Rodríguez Vega dijo que es un símbolo de alabanza al Señor; finalmente, señaló que la mirra, que es un material que se utiliza para curar las heridas, era un signo de la pasión de Cristo.
—”Nosotros podemos aliviar los dolores de Cristo, consolando al hermano enfermo, a los presos, a los necesitados”, añadió.
En relación a los magos explicó que eran una especie de empresarios, científicos y astrónomos, lo que aprovechó para señalar que la fe y la ciencia no son incompatibles.
Como ejemplo, recordó que en cierta ocasión un joven “estudiado”, que viajaba en tren, criticaba a una persona mayor por leer la Biblia, y resultó que aquel viejito era el notable científico Louis Pasteur.
El Arzobispo de Yucatán criticó a los jóvenes que solo terminaron la prepa pero que se consideran con el derecho de negar cosas de la fe “tan solo porque un profesor les calentó la cabeza. Pero que en realidad, la verdadera ciencia no se mete con las cosas de fe ni la verdadera fe le pone freno a la ciencia, son realidades distintas que se complementan porque la ciencia del hombre no es aún suficiente para explicar y entender las cosas de Dios”, concluyó.
(Víctor Lara Martínez)