En pleno arranque del “Programa Emergente de Bacheo” del Ayuntamiento de Mérida, trabajadores de la Subdirección de Vías Terrestres, denunciaron las precarias condiciones en las que trabajan pues no cuentan con uniformes, laboran con botas completamente rotas y, además, los sueldos que les pagan son de risa.
En el evento que se llevó a cabo para dar el banderazo de inicio de los trabajos, un grupo de trabajadores reclamó al director de Obras Públicas, David Loría, por las precarias condiciones de trabajo e incluso mostraron las botas rotas o con suela completamente despegada. Dijeron además que sólo les dan dos litros de diésel para las bacheadoras y que este combustible no les alcanza.
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“No nos dan botas, ya tiene como año y medio que no nos dan y con el calor del asfalto y todo lo que usamos no aguantan. Tampoco nos dan camisetas y ahora sólo por el evento nos dieron algunas y gorras, pero de no ser por esto no nos hubieran dado nada”, expuso.
Señalaron que trabajan con temperaturas de hasta 200 grados centígrados por el calor del chapopote que se usa para bachear, y los zapatos no les duran, pero de plano las autoridades no les dan el equipo.
El funcionario, que esperaba la llegada del alcalde Renán Barrera Concha, se puso sumamente nervioso y no supo que responder, tanto que tuvo que llegar al al lugar a calmar las aguas, la directora de la Oficina de la Presidencia, Valery Amador Hurtado.
Según comentaron, son alrededor de 350 trabajadores afectados que, además, ganan sueldos de risa. Por ejemplo, un terracero, que es el que lleva a cabo el bacheo, gana 830 pesos a la semana y el que más gana recibe 1,150 pesos semanal.
“El alcalde, desde que entró, prometió que habría aumento de sueldo, pero nada nos han dado”, señaló otro de los afectados.
Además, se quejaron de que menos les darán lo necesario para trabajar, porque la campaña de bacheo que se llevará a cabo, estará a cargo de empresas privadas y a ellos los hicieron a un lado.
“Ya hablamos con los jefes de acá, pero no nos dan nada”, comentaron.
Tal fue la presión de los trabajadores en pleno evento, que al final de su intervención el alcalde de Mérida prometió que revisarán los sueldos y que habrá cambio de uniformes.
Por David Rico