Pasajeras del vuelo 820 de Aeroméxico, agradecieron al capitán de la nave la pericia que tuvo para poder aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Mérida en medio de una fuerte llovizna.
Leticia Burr y Regina Monteroso explicaron que cuando la nave estaba punto de aterrizar en la termina aérea, debido a las condiciones climáticas, tuvo que volver a elevarse y mantenerse sobrevolando la ciudad durante una hora.
Durante ese lapso, sólo observaban puras nubes y lluvia, mientras que la tripulación intentó aterrizar hasta en tres ocasiones, pero suponen que por los fuertes vientos la nave volvió a levantar el vuelo.
Fue hasta la cuarta ocasión cuando por fin tocaron tierra con bastante calma, cuando pensaron que tal vez las autoridades iban a desviar la nave a otro aeropuerto.
Por Víctor Lara Martínez