Yucatán

Misioneras otorgan servicio médico gratuito en la comisaría de Noc-Ac

Un grupo de religiosas acudió a la comisaría meridana de Noc-Ac para atender gratuitamente a la población.
Desde el 11 de octubre realizan esta labor para ayudar a los vecinos que no pueden pagar una consulta. Foto: Por Esto!

Sor Lourdes Aimeé Zapata Oliva, misionera de Cristo Resucitado y doctora, relató que cuando se enteraron de que a raíz de las lluvias de las pasadas tormentas tropicales el pueblo de Noc Ac estaba inundado, junto con otros religiosos católicos y laicos fueron a dar servicio médico gratuito desde el pasado día 11.

Durante varios días atendieron en total a 128 personas, de las que 68 fueron mujeres, 32 hombres, y 28 niños y niñas. En los niños y las niñas encontraron parasitosis en la piel, infecciones respiratorias e infecciones en la garganta, como amigdalitis, y también infecciones del estómago. En las mujeres encontraron contracturas musculares por estrés, infecciones urinarias e infecciones vaginales (probablemente estas infecciones, explicó, ya las tenían). También tenían infecciones en la piel por hongos y bacterias.

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Y en los hombres encontró que una mayoría eran hipertensos y otros tenían infecciones en la piel.

En este punto, la doctora Lourdes Aimeé, quien es yucateca y se graduó en la Universidad de Guadalajara, señala:

"De las 128 personas que atendimos, el 50% tenía infecciones respiratorias".

Agrega que cuando estuvieron atendiendo a la gente de Noc Ac tenían una preocupación: que son pueblos que no están atendidos médicamente. Son bastantes pueblos que no tienen un centro de salud que los tome en carga, y está descuidada la salud de los pacientes porque no tienen a dónde ir.

"Si el paciente no tiene dinero, no sabe a dónde acudir, y si acuden al hospital porque eso estuvieron haciendo, los regresan por el problema del COVID-19. Entonces los pacientes en sus pueblos se van agravando, y no hay lugares a dónde puedan acudir para que los atiendan. Creo que no hay muy buena atención".

Dijo asimismo que le llamó la atención que la ciudad está muy cuidada por policías. Y que en los pueblos los policías les hacían el ingreso y les llevaban en sus vehículos sus equipos, pero aunque eso está bien, lo que falta es poner un poco de atención en la salud.

Recordó que la gente les decía que necesitaban esperar a que sus maridos, o sus hijos, ganen algún dinero para poder acudir al doctor, porque una ida al doctor mínimo eran mil pesos, para pagar el médico y los tratamientos médicos. Y podían llegar a gastar hasta 2,500 pesos en una visita al doctor. Y si no tenían el dinero, pues no iban al médico porque no podían. Además, aunque consultaran con el médico no podían costear el tratamiento.

Igualmente relató que tuvieron un paciente que acudió a visita porque tenía 3 meses de que se comenzó a sentir mal. El decía que antes tenía su Seguro Popular y acudía a su control, donde nunca lo habían detectado ni hipertenso ni diabético. Pero después de que se empezó a sentir mal acudió al hospital dos veces y no lo atendieron supuestamente por el problema del COVID.

Y al momento en que ellas lo atendieron y le tomaron la glucosa tenía 569. Se le dio tratamiento, se le está dando seguimiento, se va a estabilizar, pero en un momento dado este tipo de pacientes son pacientes que se agravan y que llegan al hospital en coma diabético, “y claro que los hospitales se saturan”.

"Si no se atienden las enfermedades desde un principio, las enfermedades se van agravando, los pacientes llegan al hospital y, por supuesto, ya después no se puede tener un lugar en urgencias porque ya todos los pacientes llegan graves", explicó.

Contó asimismo el caso de una niña de 11 años que encontraron en uno de los pueblos que visitaron que tenía una arritmia cardiaca severa y preguntaron ahí entre el comisario y un regidor, a dónde debían referir a esa niña para que llevara un control por su arritmia dado que esa enfermedad, en un momento dado, puede tener una secuela.

En esta parte, recuerda: "Es una niña que dice que nunca ha podido correr, que siempre se cansa, que tiene dolor en el pecho y, al diagnosticarla, ella preguntaba: ¿A dónde la mando, a qué centro de salud pertenece? Y le decían que no pertenecía a ningún centro de salud, que esa niña tenía que ir al O’Horán".

"Pero claro, por eso se sobrecarga la urgencia, porque esta niña es para atenderla de externo. Y claro que si no se le da una atención, en un futuro, en cualquier momento, puede tener una situación de urgencia y caer al O’Horán. Por eso también tienen que darse cuenta de que, al no atender a estas personas a tiempo, después se requiere más gasto. O sea, el hospital al tener un paciente complicado necesita invertir muchísimo más que al tener un paciente controlado".

Y concluye que sí falta un poquito dónde referir a un paciente en una primera instancia, para que no todos acudan al hospital. “Me queda muy claro que si la mando al hospital, porque no es una urgencia, me van a decir que por el COVID no la pueden atender, que por qué la mandé. Pero creo que habría que pensar en derivar un poquito los centros de salud a donde la gente puede acudir y ser atendida antes de agravarse”.

Por Roberto López Méndez