Los dulces tradicionales son elementos primordiales para los altares dedicados a los niños fallecidos que, según marcan las creencias y las tradiciones, deben ser colocados en el altar este 31 de octubre para darles la bienvenida a su regreso a este mundo terrenal, por lo cual mucha gente los comercializaba y otros los demandaban en el mercado municipal.
Tal como comentaron María Concepción Ku Couoh y Aurora Chan Cupul, vendedoras de estos dulces, quienes coincidieron señalando que es necesario darles la bienvenida a los pequeños pixanes (ánimas), puesto que son los que vienen primero hambrientos del inframundo y hay que recibirlos con los alimentos que los deleitaban en vida y qué mejor que complacer a un niño difunto con los dulces tradicionales de la región.
Además de indicar que la importancia de la celebración a los fallecidos radica en honrar su memoria y recordarlos con rezos y ofrendas, dando a conocer que esta celebración es parte de la cultura y nuestras raíces.
Entre los dulces mencionados la gente compraba los de yuca, papaya y camote, a 10 pesos la bolsita, los de calabaza melada entre 10 y 30 pesos, según el tamaño, así como las arepas de maíz a 10 pesos, al igual que los buñuelos, las arepas de Sahagún, los dulces de pepita y los ishuajes.
Margarita Maldonado Canché, Polo Cab Dzib y Manuela Kumul Azul, también coincidieron en que estos dulces tienen un aroma incomparable y agradable, por lo que son indispensables en los altares de finados ya que según las creencias populares, las ánimas se guían únicamente por el olfato, y por ello se les colocan estos elementos, ya que de ellos toman la gracia que los alimenta espiritualmente.
Es así como estos dulces se conjugarán desde la madrugada de este sábado con los exquisitos aromas de flores, velas, frutas, atole y platillos típicos de la región que las personas les ofrendarán a los muertos, que vienen del más allá para reunirse con sus parientes y seres queridos.
De acuerdo a las tradiciones del pueblo tizimileño, en cada altar dedicado a los fieles difuntos los días 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre, las ánimas regresan del purgatorio para visitar el mundo terrenal, por lo cual se les ofrece estos productos a manera de bienvenida para que se alimenten y sean recordados por sus familiares.
La mañana de este viernes el Ayuntamiento se sumó a la celebración de los muertos elaborando dos altares dedicados a los fieles difuntos, uno ubicado en los corredores del Palacio Municipal y otro en la parte trasera de este edificio.
Por Luis Manuel Pech Sánchez