El Ejército Mexicano de la 32 Zona Militar trasladó a 127 personas a los diversos refugios que las autoridades de Protección Civil pusieron a disposición porque sufrieron afectaciones por la Tormenta Tropical Gamma.
Un comunicado oficial, informó que en el Instituto Tecnológico de Tizimín llevaron a 95 personas, en las escuelas primaria Mártires de Chicago y Candelaria Ruz Patrón, trasladaron a seis en cada una; en la Josefa Ortiz de Domínguez y en el DIF municipal se quedaron diez personas en cada sitio.
En Tizimín, Valladolid, Dzilam Bravo, El Cuyo, Panabá, se atendieron tramos carreteros obstaculizados, corte de energía eléctrica, caída de árboles y encharcamientos.
En Chemax, se apoyaron a las colonias inundadas, se desalojó a dos adultos mayores, la energía eléctrica se suspendió y cayeron árboles.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el domingo, Gamma, interactuó con la masa del Frente Frío número 5, la Onda Tropical número 38, además de que este mismo día se formó la Depresión Tropical Número 26, la cual se acercaría a Yucatán como huracán categoría II el jueves de esta semana.
Aunque aún las autoridades estatales y municipales no informan del balance total de las afectaciones, un balance preliminar indica que fueron 300 predios afectados en 86 comisarías del municipio.
En Chen Kekén se reportan 50 casas dañadas y en Xpambiha cerca de 44, por lo que el panorama no es alentador.
Familias llegan a refugios
Los municipios de la zona Oriente del Estado, fueron los más afectados por el ciclón, lo que provocó que muchas familias tuvieran que ser trasladadas a los refugios temporales que activó el municipio como el Instituto Tecnológico de Tizimín, donde se refugiaron 95 personas; en Casa de la Cristiandad, la secundaria Miguel Barrera Palmero, aunque se albergó a numerosas personas, por la mañana de ayer, sólo había 13.
Las familias resguardadas en los refugios señalaron que sus hogares se encontraban inundados y que no era un lugar seguro para sus hijos.
La señora Silvia Dzul, vecina de la colonia Santo Domingo, se encontraba junto con sus doce hijos en el albergue temporal de la secundaria Miguel Barrera Palmero, dijo que nunca se imaginó que el agua subiera tanto, al nivel donde cuelgan sus hamacas, describió.
“En la pasada tormenta Cristóbal, no nos afectó demasiado como en esta ocasión, el viento y las lluvias estaban fuertes, perdimos muchas cosas, porque el agua ingresó a mi hogar, el agua llegó hasta el nivel donde tenemos guindadas nuestras hamacas, mis hijos no resintieron la heladez, por eso decidimos venirnos a un refugio para que estemos seguros, gracias al personal de Protección Civil y los soldados del Ejército, quienes nos apoyaron con el traslado, comida y medicina”, expuso.
Por parte, la señora Isabel Medina Dzul, quien se encuentra en este mismo lugar junto con su esposo y su hijo, dijo que al ver como arreciaba la lluvia y los fuertes vientos que rompieron ramas, levantaron láminas de los techos, “si nos dio miedo, sobre todo ver como el agua ingresaba dentro de la casa”.
Trabajo de meses, perdido
En tan solo unas horas, las ráfagas de viento acabaron con la cosecha de maíz, que dejaron las milpas a ras de suelo; además, los caminos hacia las parcelas se encuentran totalmente cerrados por los árboles que cayeron y por el mal estado en el que se encuentran, indicaron campesinos.
Miguel Can dijo que sembró cuatro hectáreas, los elotes estaban a punto de granar, cuando el fenómeno azotó esta región, y ahora todo su esfuerzo, sus semillas, se perdieron, cuando tenía la esperanza de lograr la cosecha en este año.
También Rubén Kauil, después de la tormenta, dijo que solo pensaba en ir a primera hora a limpiar su milpa y ver el daño que sufrió su siembra; plantas de maíz quebrados, los elotes que habían granado esperaban el tiempo para doblarlas, secarlas y levantarlas, pero todo quedó tirado.
Aplican Plan DN-III-E
Soldados de la 32 Zona Militar aplicaron el Plan DN-III-E, desde la noche del sábado para rescatar a las familias que se vieron afectadas por los fuertes vientos e inundaciones.
El Ejercito México, en coordinación con autoridades municipales y estatales realizaron recorridos por la ciudad, principalmente donde hubo más inundaciones y caída de árboles.
Los daños a predios eran evidentes, por lo que procedieron al rescate de algunas familias para trasladarlos a los albergues; más noche realizaron rondines de vigilancia.
La mañana del domingo, desde las primeras horas, recorrieron los fraccionamientos Del Parque, donde rescataron un coche que quedó sumergido en una laguna que alcanzó un metro de altura y también apoyaron a las familias a rescatar algunas de sus pertenencias.
Otro punto que visitaron fue la calle 63 por 54 y 54 A, de la colonia Santa Rosa de Lima, donde el agua alcanzó también varios metros y que ingresó a los predios, donde se perdieron muchas cosas, pero la mayoría de las familias habían ido con sus familiares, por lo que solo permanecían los jefes de familia, quienes dijeron que no abandonarían sus casas, para así poder resguardar sus pocas pertenencias que lograron salvarse.
Los militares también apoyaron con la poda y corte de árboles caídos en varios puntos de la ciudad. Cabe mencionar que sus recorridos y patrullajes continuaron todo el día de ayer, coordinándose con la policía municipal y Protección Civil municipal y estatal.
Doblemente afectados
Los habitantes afectados, sobre todo aquellos que viven en zonas bajas, se las ingeniaban ayer para desaguar sus viviendas, como en la casa de Dionisia Herrera Ciau, o también la familia Cahuil Herrera, quienes intentaba proteger sus bienes subiéndolos sobre mesas y bloques para que el agua no los mojara; su patio estaba convertido en una laguna, en tanto que la familia Chan Martín hacia hasta lo imposible para proteger sus pertenencias, que subieron su refrigerador sobre una mesa, ingresaron sus pollos y pavos a un cuarto y rescataron lo que les era posible, pues varios de sus bienes se mantenían flotando en el agua de su patio. Todos ellos viven en la calle 30 por 49 C y 51.
En la mayoría de los sectores de la ciudad se registraban afectados por las inundaciones, las llamadas de emergencia a los cuerpos de seguridad no cesaban desde la tarde del sábado y rebasaron sus posibilidades de atender cada una de estas contingencias.
Los ciudadanos coinciden en que los tomaron por sorpresa, ya que muchos se confiaron, pues suponían que el fenómeno iba a ser igual o menor que la pasada tormenta Cristóbal que no causó daño alguno y no esperaban que Gamma llegara con esa intensidad, con efectos similares a los de un ciclón.
En el centro de la ciudad, la familia Tun Sánchez, quien habita en la calle 53 por 54 y 56 su hogar quedó inundado; el agua ahogó 20 aves domésticas.
La zona donde viven es la parte baja de la ciudad, lo que implica que ese asentamiento requiere un buen desagüe, y con Gamma, la presión del agua rompió muros porque buscó su cauce, pero al final se estancó en los patios de las viviendas.
Otro de los afectados fue Ángel Fernando May, quien vive en la calle 37 por 40 y 42, a él se le ahogaron 22 carneros; la Policía Municipal le brindó el servicio social para trasladar los cadáveres al relleno sanitario; en tanto que al sur de la ciudad al pequeño productor Carlos Marín también se le murieron ahogados 17 sementales de carneros Dorpher.
En una gran laguna se convirtió la denominada Rejollada, donde los vecinos intentaban destapar las alcantarillas, para que el agua fluyera, pero sus esfuerzos eran vanos, ya que el agua permanecía estancada. En este sitio desde la tarde del sábado quedó varado por varias horas un vehículo de conocida empresa de paquetería, otro automóvil también quedó dentro del agua en el fraccionamiento Los Aguacates.
En varias colonias la gente rompía las escarpas para desaguar sus casas que se mantenían inundadas.
Más árboles y postes caídos en todas las colonias, así como toldos que volaban por doquier fueron parte de los efectos del clima.
De igual forma, se vio afectado el servicio de energía eléctrica que desde la tarde del sábado fue interrumpido en la mayor parte de las colonias de la ciudad; el servicio regresó alrededor de las 03:00 horas del domingo.
Alrededor de las 23:00 horas del sábado, cuando calmaron un poco los estragos de la tormenta, fue cuando las familias aprovecharon para verificar los daños ocasionados en sus patrimonios y en la de sus vecinos, donde algunos perdieron nuevamente parte de sus pertenencias.
Los vecinos del fraccionamiento Los Aguacates, quienes hace cuatro meses sufrieron los daños por la Tormenta Tropical Cristóbal, nuevamente perdieron una gran parte de su patrimonio.
La mañana del domingo, el alcalde Mario González González, acompañado del secretario de Desarrollo Social del estado, Roger Torres Peniche, miembros de Protección Civil estatal y municipal y personal de la 32 Zona Militar, recorrieron las colonias afectadas por este fenómeno natural.
De igual manera personal de la Comisión Federal de Electricidad cortó las ramas de los árboles para evitar que dañen los cables.
Resisten abuelos la tormenta en su casa de huano
Teodora Pool Chan y su esposo Florentino Jiménez Maldonado, una pareja de la tercera edad, viven en una endeble casa en la calle 37, entre 64 y 62, de la colonia Santa María, donde vivieron momentos de terror y angustia, pues por poco perdían su casa de lámina y mampostería, ante la fuerza del meteoro climatológico que azotaba el lugar.
“Desde que empezó los fuertes vientos sentí temor, tenía miedo de perder mi casa, el agua si entró dentro mi hogar, enlodándose, pero no nos vimos afectados como otras familias, pero si tenía mucho miedo de que el agua entre o el viento se lleve mis cosas, porque no puedo caminar bien, me caí hace tiempo y ahora me apoyo de una silla para trasladarme de un lugar a otro y mi esposo también está enfermo”, dijo Teodora.
También comentó que prefirió quedarse en su humilde hogar que ir en algún albergue y agradece a Dios por protegerla porque su casa no está muy segura, el techo forrado de huano cuenta con numerosos huecos, aunque el agua ingresó en su casa no dejó graves afectaciones, pero si lamentó el haber perdido sus árboles frutales, que cuando está en temporada, vende los frutos para apoyarse económicamente.
Choca y aprovecha tempestad para huir
A las 19:00 horas del sábado, mientras las torrenciales lluvias y fuertes vientos pegaban, se registró un accidente en la calle 51 por 46 del centro de la ciudad, entre dos autos compactos, uno de ellos porque no respetó la luz roja, pero además se dio a la fuga.
Un auto Sentra, color gris, transitaba sobre la calle 46 de sur a norte, cuando al llegar al cruzamiento de la calle 51, donde tenía la luz verde de un semáforo, fue colisionado por otro vehículo que no respetó la señal de alto, probablemente por la fuerte lluvias y vientos, por lo que el Sentra quedó con daños en toda su parte delantera.
El responsable del accidente se le hizo fácil escapar y por las complicaciones del clima, no fue posible darle alcance
Por Efraín Valencia/ Carlos Euán/ Raquel Margarita Huerta/ Luis Manuel Pech Sánchez