Fabricantes de lápidas siguen resistiendo los daños ocasionados por la pandemia, ya que los cementerios están cerrados para evitar la concentración de personas, eso les perjudica porque no venden.
Marco Antonio Mezo dijo que desde que empezó la pandemia bajó un poco el trabajo, aunque se han tenido fallecimientos no se ha tenido buena demanda en las ventas de lápidas, las esculturas donde llevan los epitafios.
Agregó que tuvieron la esperanza de que sus ventas incrementarían durante las fechas de los fieles difuntos cuando sacaron a la venta flores, veladoras, cruces, pero desafortunadamente los cementerios se tuvieron que cerrar por órdenes de las autoridades y esto los afectó.
Los cementerios permanecen cerrados
Después de varios días que los camposantos de la localidad fueron cerrados por disposición de las autoridades estatales, hasta hoy no han abierto sus puertas para que las personas puedan acudir y visitar la tumba de sus seres queridos.
Personas acuden a estos lugares con el fin de llevar veladoras y flores a los sepulcros donde reposan los restos de sus difuntos, pero se llevan la desagradable sorpresa de que todavía se encuentran cerrados, únicamente se está permitiendo acceso a los servicios funerarios.
Por Raquel Margarita Huerta