El Paso Deprimido no ha parado de inundarse en los últimos meses y aunque ya se había conseguido que se secara, las lluvias de los últimos días han ocasionado que suba el nivel del agua, por lo que ahora se tienen como opciones reabrirlo, repararlo con adecuaciones o cerrarlo por completo.
La mañana de ayer, el Paso Deprimido volvió a acumular de agua. Aunque se podía percibir que se encontraban trabajando en el lugar con el fin de desaguar, las lluvias que han estado cayendo constantemente sobre la ciudad han impedido mantener seco el lugar.
El verdadero problema proviene desde el fondo, la capacidad de absorción del manto freático es superada por mucho y, como se ha señalado desde la administración anterior, “este sitio está predestinado a inundarse”.
Considerando que este año ha llovido una gran cantidad de agua tras el paso de Cristóbal y Delta, es de reconocer que el espacio requiere soluciones tan pronto como sea posible.
Apenas el domingo pasado se pudo apreciar que el sitio estaba seco, pero no por mucho tiempo, pues a los tres días ya se puede notar nuevamente la acumulación del agua.
Ante la situación que se presenta, el Colegio de Ingenieros Civiles de Yucatán será el encargado de determinar cuál será la opción más viable para el futuro de la obra, la cual no solamente no ha cumplido con el objetivo de su construcción, que era disminuir el tiempo de espera en la Glorieta de la Paz, al transitar por la zona, sino que además ha causado más tránsito, sin mencionar las molestias entre la población y los gastos al erario.
“Con la Secretaría de Seguridad Pública se analizará el tema del flujo de automovilistas”, refiere el titular de Obras Públicas del Ayuntamiento, David Loría Magdub, porque la vía, que aún permanece cerrada, no cuenta con fecha de reapertura.
Hoy en día ni el alcalde ni el director de Obras Públicas del Ayuntamiento tiene certeza de lo que sucederá con la vía.
Sin embargo, lo que sí reconoce el director de Obras Públicas es que “cada vez hay más afectaciones, por lo cual reabrirlo, repararlo con adecuaciones o cerrarlo son las opciones que se barajan para el futuro del paso a desnivel”.
“Lo que se busca en una obra es que sea autosustentable, en este caso no está sucediendo así y está siempre en riesgo, algo se tendrá que hacer, ya que las circunstancias en las que está actualmente no son las óptimas”, reconoce.
Hasta ahora desconoce qué implicaría un mayor gasto, si mantenerlo abierto o cerrarlo a la circulación. Según se informó, en un par de semanas se tendrá un diagnóstico final con el cual podrán definir qué procede con esta obra.
Sobre todo se habla de una obra mal planeada; desde su perspectiva, “la vialidad no estaba preparada para lo que ahora está sucediendo”.
Asimismo, atribuye al cambio climático lo que actualmente se está viviendo en la ciudad, debido a que se encuentra con una cantidad de agua que supera lo que se había vivido hasta ahora.
Por Cecilia Abreu / Karla Aguilar