Alicia Valadéz y su esposo llegaron ayer al aeropuerto de Mérida con la intención de viajar a la Ciudad de México, pero al presentarse frente al mostrador de Interjet se enteraron que el vuelo 3031 de la mencionada compañía estaba cancelado.
La maestra dijo que nadie le avisó de la cancelación y que le urgía regresar a la capital del país por trabajo y estudios.
Desesperada pregunto en el mostrador de Volaris si había boletos, la respuesta fue positiva, pero de nuevo se llevaron otra desagradable sorpresa cuando les cobraban cinco mil 700 por persona.
Después preguntaron en Aeroméxico, en esa línea aérea les pidieron tres mil 800 si volaban hoy al mediodía y dos mil 700 mañana (martes) por la mañana. Debido a la urgencia no les quedó más alternativa que comprar boletos para viajar poco después del mediodía.
Similar experiencia vivieron más de 14 personas quienes manifestaron su malestar contra la empresa porque ninguno de sus empleado salió a darles la cara, mucho menos una explicación.
Con información de Víctor Lara