Una familia tekaxeña se ha dedicado a elaborar los ma'amul o máamoul, que son pequeños bollos especiales muy populares en otros países y que se basan en una receta con más de 127 años.
En esta localidad la familia Téyer tiene la receta original, ya que fue el señor Nasín Téyer Wabi quien la trajo en 1893 de Puerto Mina, Líbano.
Según cuenta la maestra Amira Téyer Magaña, la receta de los mamules la trajo de Líbano su bisabuelo, el comerciante Nasín Téyer, quien al llegar a Yucatán a comercializar sus productos, se enamoró de una yucateca, doña Juanita Romero, y se quedó a vivir aquí.
La maestra Amira comentó que Téyer Wabi enseñó a sus hijos este maravilloso pan que es elaborado con un relleno artesanal, sin embargo, uno de sus cinco hijos fue el único interesado en los mamules y siendo comerciante se dedicó junto a su esposa Hermiña Castillo a la elaboración y comercialización de este producto.
Amira Téyer recordó una anécdota que le platicaba su abuelo y refiere que en el puerto de Líbano cuando un caballero le regalaba mamules a una dama era señal que estaba interesado en casarse con ella y don Nasín les decía a los caballeros de Tekax que compraran los mamules para regalárselos a la dama que les gustaba.
En varias ocasiones los caballeros regresaban a la casa del abuelo para decirle que sí daba resultado, porque a raíz del obsequio ya los aceptaban como novios y se casaban.
También cuando el Gobernador del Estado visitaba Tekax, el alcalde en turno encargaba a don Téyer grandes cantidades de mamules para agasajar a los políticos y distinguidos visitantes, ya que estos bollos habían ganado gran acierto en el popular.
Al paso de los años el matrimonio Téyer Castillo enseñó a sus seis hijos la receta familiar de los mamules, pero fue solamente Nasín Téyer y su esposa, Adelaida Magaña, quienes continuaron con la receta y comercialización de los mamules en Tekax, mientras que los restantes hijos se fueron a vivir a otros Estados del país.
Actualmente es Juan Téyer Magaña, en Tekax, quien continúa fabricando mamules y mantiene la conocida tradición familiar con la misma receta de hace 127 años.
Por Jaime Tun