Con una amenaza de lluvia y bajo un toldo instalado para prevención, ayer se llevó a cabo la misa por el Día de Muertos en el Cementerio General donde además, la Policía Municipal puso en marcha un operativo de vigilancia que incluyó dirigir el tráfico vehicular de las calles que llevan a ese lugar.
Muchas personas acudieron a los dos cementerios de la ciudad, para depositar veladoras y flores, en recuerdo de sus seres queridos pero en esta misa, los fieles que asistieron escucharon el mensaje referente a los Fieles Difuntos.
La misa fue oficiada por el presbítero Javier Jesús Castillo Domínguez, quien dijo que Los Fieles Difuntos son aquellos que murieron con Jesús, y tienen esperanza en la resurrección, por ello la definición “Día de los Fieles Difuntos”, en un mensaje transmitido a cientos de fieles que acudieron al ejercicio religioso.
“También es necesario que todos los seres humanos, estén preparados para partir el día que Jesús nos llame, porque él siempre nos dijo que el que muera en mí, siempre vivirá”, añadió.
“Nadie sabe el año, ni el mes, ni el día, ni la hora, en que vamos a ocupar nuestro espacio en el camposanto, por eso debemos estar preparados para que cuando nos llame nuestro Señor Jesucristo, al reposo de nuestras almas, estemos todos preparados”, abundó.
Reina silencio
Esta vez sí reinó el silencio en el Cementerio Municipal, pues no se permitió la entrada a nadie, debido a la contingencia sanitaria por el COVID-19.
Todo transcurrió en calma también, porque este año tampoco se celebró la misa que se hace a las puertas del camposanto, para recordar a los fieles difuntos, evento religioso al que acudían cientos de personas.
Un carro patrulla de la Policía Municipal se mantuvo cerca, para vigilar que se cumpla la disposición municipal, de no permitir la entrada a nadie a los dos camposantos.
Sólo se permitió el acceso en el cementerio nuevo a un grupo de familiares que acudieron a sepultar un ser querido.
Contrario a otros años, en que la gente llegaba en buen número a las dos necrópolis de la ciudad, esta vez todo el día permaneció en silencio, tal como reza el lema colocado en la parte superior de la entrada principal.
Continúa tradición, pero con restricciones
Por la contingencia del coronavirus y el aislamiento social, en esta fecha en la que se celebra a los finados, o el Hanal Pixán, el día de ayer en Kinchil, se pudo constar que la tradición y costumbre se realizó únicamente con la modificación de la nueva normalidad.
En esta ocasión, numerosas familias, procuraron no reunirse; todos los miembros como se reunían antes de la contingencia del COVID-19. Sin embargo, desde sus hogares, armaron los altares con las fotos, velas, imágenes religiosas y realizaron la celebración de la ofrenda.
También se preparó el Hanal Pixán, que se puso en el altar y también se compartió entre los presentes, pero en esta ocasión en pequeños grupos familiares.
En otro tema, alumnos de la Secundaria Técnica, enviaron a sus maestros la imagen de los altares que se pusieron en sus casas.
Por Ramón Reyna Fernández / José Luis López Quintal