El 2 de noviembre, fecha en que se celebra a Los Fieles Difuntos, fue diferente porque muchas personas en estos últimos meses han perdido la vida a causa del COVID-19.
El sacerdote Alejandro Rubio Romero, párroco de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo, de este puerto, dijo que “es un día diferente debido que vimos partir a muchos de nuestros familiares y amigos, salieron de nuestras casas en una ambulancia, en la cápsula, hacia algún hospital y no alcanzamos siquiera a despedirnos de nuestros seres amados”, comentó.
“Después de una lamentable angustia, solamente nos entregaron las cenizas de nuestros familiares por normas de seguridad sanitaria, muchos aún conservan las cenizas en sus hogares, esperando que termine la pandemia para hacer sus depósitos donde lo han decidido”.
Agregó que “este lunes, día de Los Fieles Difuntos, no habrá misa general a las puertas de los panteones por indicaciones de la Arquidiócesis de Yucatán, además de las inclemencias del tiempo”.
“Pedimos a los feligreses hacer oración y participar en las celebraciones virtuales y orar por aquellos que murieron de manera repentina al ser afectados por el COVID-19”, dijo.
En las iglesias de Progreso de La Purísima Concepción y de San José y de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y San Telmo, se realizaron misas.
Las misas fueron celebradas con los respectivos filtros sanitarios al ingresar a las iglesias, donde los feligreses fueron acomodados para los protocolos de la sana distancia y aplicación de gel antibacterial.
Debido a indicaciones de la Arquidiócesis de Yucatán, según dieron a conocer las parroquias, las misas masivas a las puertas de los cementerios fueron suspendidas en el municipio y sus comisarías, para evitar aglomeraciones por los efectos del COVID-19, además que en este inicio de semana las condiciones climatológicas fueron adversas.
Los panteones de las comisarías permanecieron cerrados desde el pasado 1 de noviembre y ayer 2, para evitar aglomeraciones en los camposantos.
Por Julio Jiménez Mendoza