Ayer domingo, fecha en que se celebró el biix, recordando los ocho días de la llegada de los Fieles Difuntos, fueron contadas las personas que acudieron al Cementerio General de este municipio, al igual que quienes recordaron con pibes este día a sus seres ausentes; algunos sólo llevaron ramos de flores, veladoras o colocaron modestos altares.
Manuel Enrique Martínez fue uno de los pocos visitantes que acudió al cementerio con flores y veladoras, debido a que el domingo de hace ocho días, estuvo cerrado y ahí recordó a sus familiares ausentes.
Ángel Antonio Kooh Dzib visitó el panteón con sus flores y veladores y dedicó una oración. Lo hizo en compañía de su esposa, para recordar a sus seres amados que se adelantaron en el viaje, llevaron presentes a sus familiares y lavaron sus tumbas.
Por su parte, Manuel Collí y su esposa, llevaron flores a las tumbas de sus seres queridos.
El biix es algo que se pierde con las nuevas generaciones, dijo Pastorita May Kantún, de 85 años de edad, quien lamentó que los jóvenes no comprendan esta tradición, cuando hay quienes disfrutan el pib.
“Bueno no hay pan en el lec, como se dice cuando no hay dinero, pero eso es lo de menos, mi altar es austero, no hubo para el pib, pero las flores y velas con algunas frutas de la región no podían faltar en este domingo de biix”, explicó Pastorita.
Agregó que, desde luego, este día todos sus santos ocupan la mesa, y que a su edad ya no hay las fotos de sus familiares muertos, pero les reza.
El biix en el caso de la cultura maya, como la celebración del Hanal Pixán, tiene sus raíces en costumbres extendidas por los evangelizadores y ciertos rasgos mayas prehispánicos.
Por Julio Jiménez Mendoza