Dueños de embarcaciones pesqueras aseguran que el nuevo astillero de Progreso permitirá una mejor distribución con los barcos; sin embargo, los porteños temen que el lugar sea para gente privilegiada y no para todos.
Como se dio a conocer el pasado 24 de noviembre, esta obra será hecha por la empresa italiana Fincantieri, con una inversión en su primera etapa de 150 millones de dólares y al culminar se habrá gastado 550 millones de dólares.
Pescadores y propietarios de embarcaciones están de acuerdo en que la construcción genere empleos y detone la economía del puerto, sin embargo, temen que el permiso para varar en dicha zona sea muy vigilado y no para todos.
Abel Tapia, propietario de cuatro navíos dijo: “considero que será útil y necesario, el Puerto de Abrigo en los últimos años se ha sobresaturado de barcos y con este nuevo proyecto se podrán distribuir las naves. Sólo espero que las autoridades nos brinden la facilidad en el nuevo astillero y la misma oportunidad en varar”.
El progreseño vive del negocio de la producción y exportación desde hace 15 años, por lo que ve con “buenos ojos” la creación de este nuevo diseño.
Recalcó que los dueños de naves y embarcaciones lujosas (yates), tendrán una opción más para reparar o dar mantenimiento a sus barcos.
“En el astillero se llegan a gastar de 300 a 500 mil pesos al año, todo depende de los daños que presente el navío. Los gastos comunes son en pintura, madera y herramientas, además de pagar estadía, material y mano de obra”.
Jorge Rosas Alcocer, encargado de una embarcación en el Puerto de Abrigo señaló: “Para nosotros el tener que atracar en el muelle se vuelve un lío, por lo que la construcción de este astillero dará respiración a los otros muelles”.
La opinión de José Aurelio Osorno Lira fue diferente al decir: “como propietario considero que el proyecto lo debió hacer alguna empresa mexicana, dudo mucho que dejen varar al sector pesquero y le darán prioridad a la gente adinerada”.
“Siento que el astillero no es para el sector pesquero, el proyecto es para embarcaciones de mayor tamaño y presiento que apoyara más a los que tienen el recurso”, expresó.
Añadió que las varadas en cualquier astillero suelen ser costosas: “Un mantenimiento sencillo tiene un costo de 200 mil pesos, pero cuando se trata de trabajos grandes se lleva hasta medio millón de pesos”.
“Otra cosa que no me pareció fue la ubicación del astillero, me hubiese gustado que sea más cerca y no tan lejos como el Muelle Fiscal”, subrayó.
Asimismo, que “recientemente la administración del puerto no toma las mejores decisiones y al pueblo no le queda de otra que seguir adelante con sus empresas o negocios”.
Carlos David Reyes, encargado de la embarcación “Tabasco”, expresó que no les ayuda mucho porque la mayoría de las embarcaciones tienen sus proveedores en cuanto a la reparación.
“Creo que el astillero será más útil para buques nacionales e internacionales que para el público local. En mi opinión seguiré trabajando de la misma manera y ver en un futuro cómo será el apoyo para nosotros con este proyecto”, concluyó.
Por Abraham Baeza