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Obispo de Campeche llama a colaborar para que vuelva la paz

Yucatán

Piden festejar posadas con familiares cercanos en Tizimín

Las posadas deben realizarse para acercar a los creyentes a dios y la espiritualidad, argumentó el párroco Fermín Rigoberto Nah Chí.
Foto: Luis Manuel Pech Sánchez
Foto: Luis Manuel Pech Sánchez

Iniciaron las posadas que, en esta nueva modalidad apegada a los protocolos sanitarios y para evitar la multiplicación de contagios de coronavirus, se desarrollan únicamente en los hogares y en el núcleo familiar siguiendo las disposiciones preventivas de las autoridades gubernamentales y eclesiásticas.

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A nivel familia, las prácticas de piedad popular como las posadas son muy sanas en la fe y la vida de las personas, no se prohíben en estos tiempos de pandemia, sino que se pide que no se hagan reuniones interfamiliares, solamente en el núcleo familiar.

Papá, mamá, hijos, los que viven en casa, deben realizar las posadas, puntualizó el párroco de Nuestra Señora de Guadalupe, Fermín Rigoberto Nah Chí, señalando que esta nueva modalidad debe convertirse en una experiencia de oración, encuentro espiritual como familia, para que los que habiten en cada vivienda tengan esa oportunidadde meditar en torno a la posada que es para acompañar a María y a José que están buscando un lugar para hospedarse porque ya pronto va a nacer Jesús.

Expuso que retomando el lema del mes “Vivimos alegres en la esperanza” esta alegría debe vivirse a nivel personal y familiar, dadas las circunstancias enfocándose al verdadero sentido de la Navidad que consiste en celebrar el nacimiento de Jesús que tiene que ser siempre el centro de la vida cristiana.

Indicó que “el hecho de que estemos en resguardo durante esta contingencia no significa que no haya Navidad, sino que la celebremos espiritualmente y sin exponerse al riesgo de contagios”.

Adelantó que el 23 de diciembre se llevará a cabo la posada parroquial dentro de la iglesia en la cual la gente no se va a desplazar, sino que permanecerán sentados, no caminando, y desde su lugar participarán en los cánticos.

Explicó que en lugar de que la gente avance con José y María, quienes los protagonicen van a hacer los recorridos en la puerta principal, en la puerta de en medio de la iglesia y realizando la tercera petición de posada frente al pesebre.

Recalcó que la Importancia de celebrar las posadas son meditar el aspecto del caminar y acompañar a María y José buscando dónde nacerá el Niño Dios, recordó que se respetará el límite de la capacidad del templo que es del 30% aceptando el ingreso de 60 personas con el requisito indispensable del cubrebocas y desde su llegada siendo sanitizados, tomándoles la temperatura y aplicándoles gel antibacterial.

Los feligreses celebrarán en sus respectivas casas.

Teresa de Jesús Tec Martínez externó la importancia de obedecer las normas preventivas que emiten las autoridades del gobierno y eclesiásticas, tomando en cuenta que este año en esta nueva modalidad serán más para orar y acercarse a Dios en familia frente al pesebre, pidió que la gente reflexione en torno a que si hacemos fiesta nos olvidamos de Jesús, por ello recomendó no pensar en pachangas sino centrarse en la esencia de la celebración que es el nacimiento del Niño Dios.

Emiliano Aguilar Narváez expuso la importancia de cuidarse con la familia y que este año únicamente se hagan las posadas en el hogar, ya que es una tradición que se ha transmitido de generación en generación, dijo que es importante seguir preservándola para las nuevas generaciones, que el hecho de no poder salir a hacer los recorridos, ni convivir con más gente y disfrutar de los convivios que conllevan servirá para que aprovechemos este tiempo para reflexionar sobre lo que acontece, para agradecer que la familia está unida, pedir por la salud y sobre todo para no actuar con irresponsabilidad al incurrir en festejos que conlleven a la multiplicación de cadenas de contagios del coronavirus.

Minerva Martín Argáez y Luis Rodríguez Camelo realizan la posada en casa frente al árbol de Navidad conscientes de que tienen que entregarle esta situación a Dios y “exhortando a las personas a que no salgan si no es por una necesidad esencial para que pronto pase esta contingencia y disfrutemos de nuevo de nuestras tradiciones con todos los elementos que las identifican”.

Mientras que María José Marfil Ayala indicó que la pandemia no es factor para que se pierda la tradición de las posadas, pues a los niños desde muy pequeños se les debe enseñar la importancia de esta celebración, compartiendo que en su hogar frente a la imagen de la Virgen prenden veladoras, hacen el rosario y cantan, “debemos cuidarnos desde el hogar”, enfatizó.

Es así como la comunidad católica tizimileña celebra las posadas desde el núcleo familiar, sin que la pandemia sea impedimento para que desaparezcan, centrándose en su verdadero sentido y en la oración para acercarse más a Dios y acompañar a María y José en busca del lugar donde nacerá el Niño Dios.

Por Luis Manuel Pech Sánchez

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