Así como se da un crecimiento potencial con la llegada de empresas y la creación de empleos, a los llamados “Pueblos Mágicos”, también conlleva recibir la noticia de que el costo de la venta y renta de las casas y terrenos, sobre todo en el Centro Histórico de la ciudad, se incrementa considerablemente, año tras año, la comida, las artesanías, el transporte colectivo y demás servicios elevan sus costos y se vuelven difíciles de adquirir para la gente local.
Los requisitos son muy particulares para ser declarado “PuebloMágico” y la permanencia de cada uno de los 132 municipios que ya se encuentran dentro de esta categoría tiene que mantenerse cuidando cada uno de estos detalles para conservar la distinción.
Muchos inversionistas, antes y con mayor interés después, han fijado su mirada en estos extraordinarios lugares, atraídos por sus bellezas naturales, arquitectónicas, su historia, su gastronomía, cultura rica en tradiciones y costumbres, etc.
De acuerdo al Inegi, que obtuvo información estadística básica en corredores turísticos y “Pueblos Mágicos”, referida al año 2018, sobre todos los establecimientos productores de bienes, comercializadores de mercancías y prestadores de servicios, para generar indicadores económicos de México a un gran nivel de detalle geográfico sectorial y temático. Todo ello como base fundamental e importante para obtener estadísticas económicas de México.
Como evidencia de cómo se vive actualmente en el “Pueblo Mágico” de Valladolid, platicamos con ciudadanos locales con diferentes actividades económicas, como es Noé Rodríguez, propietario del Hotel “Marcialita”, el cual nos comentó que en su familia, en lo que se refiere a alimentos en general, gasolina, gastos en la vivienda y demás pagos propios de las necesidades particulares, invierte aproximadamente 10 mil pesos mensuales.
Reyes Adrián Rodríguez Becerra, presentador de televisión y estudiante de Mercadotecnia, nos comenta que cuando aún persiste entre nosotros esta pandemia del COVID-19 que ha generado una crisis económica en todos los sectores, incluyendo a nuestra ciudad, que basa la mayoría de sus ingresos en relación al turismo que nos visita, esto se complica cuando ya no hay este detonante y muchos negocios están a puertas cerradas.
Dice que los que poco a poco buscan la manera de salir adelante ven cómo los servicios públicos se han encarecido al estar en sus casas la mayor parte de este tiempo que ya suma casi 10 meses, ya que de pagar 270 pesos de energía eléctrica, pasó a pagar de 600 a 900 pesos; pagaba 140 de agua y ahora paga 400 pesos y actualmente ves por las calles de toda la ciudad a personas vendiendo comida, postres, ropa, bazares, vendiendo desde sus casas diferentes artículos para el hogar u ofreciendo sus servicios varios, y lo que más complica es que no sólo no hay turismo, sino que como capital educativa del Oriente, al no haber clases presenciales, los miles de estudiantes que llegaban a nuestro municipio y dejaban una importante derrama económica ahora se han ido y quién sabe hasta cuándo regresen. Pero eso sí todo sigue subiendo de valor y sin empleo seguro, las cosas sin duda se complicarán mucho más para el próximo año.
Lizandro Magaña, docente, nos dice que los precios de los productos y servicios en nuestra querida ciudad de Valladolid ya son muy exagerados, comparándola con otros lugares, aunque afirma que esto no lo considera por ser “Pueblo Mágico”, que ignora los motivos, pero los precios en todos los productos son más elevados y él gasta en su familia casi 500 pesos diarios.
Juventina Sánchez, docente, enumera sus gastos de la siguiente manera: 200 pesos diarios en alimentos, mil 500 pesos a la semana en despensa, 500 pesos a la semana para gasolina de su moto, 500 pesos en medicamentos, 130 de agua, 600 de energía eléctrica, 450 pesos de renta de celular al mes, y 300 por el teléfono de casa, 400 para gas cada mes, y como mil 500 mensuales en otros gastos haciendo un aproximado de 20 mil pesos.
Carlos Martínez habla de que sus gastos ascienden a un aproximado de casi 7 mil pesos quincenales entre alimentos, gasolina, luz, agua, teléfono y otros gastos menores.
Rafael Miranda, comerciante, dice gastar casi 15 mil pesos mensuales en necesidades básicas de su hogar.
Y de igual manera Luis Centeno Machaín expresa tener gastos por un poco más de 15 mil pesos en gasolina, comida, energía eléctrica, agua y otros gastos no definidos.
Marlene Dzib May, ama de casa, cuya familia la integran 3 personas, ella, su esposo y un hijo, mencionó que sus gastos al día son, en el desayuno 60 pesos, el almuerzo 160 y la cena 80.00; la casa donde vivien es propia, sin embargo, se le da mantenimiento cada año, invirtiendo en reparaciones y pintura 2 mil pesos y tienen un carro que consume 300 de gasolina a la semana.
Por Ariel Sánchez y Manuel Vázquez