Personas con discapacidad pidieron que sea más respetados por parte de la ciudadanía porque muchas veces son excluidos por sus condiciones físicas.
El tres de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad, es este contexto que Robert Caamal Hau, quien a pesar de su discapacidad que tiene desde nacimiento al no poder caminar, es un joven alegre, carismático, que para apoyar un poco a su mamá realiza bordado de servilletas que luego vende y de esta manera apoyar a la economía del hogar.
Su madre Natalia Hau, dijo que Robert tuvo un problema desde nacimiento, pues tuvo una bola con líquido que ocasionó que no pudiera caminar porque parte de su cuerpo quedó inmóvil y que para ella ha sido muy difícil el poder crecer a su hijo porque es madre soltera y tiene que comprarle pañales.
Añadió que cuando Robert estudiaba en el CAM Tizimín lo tenía que llevar caminando, empujando la silla de ruedas, “esto era constantemente, porque para pagar pasaje le salió muy caro, además de que se le dificultaba trasladarlo en transporte público porque no todos los taxistas apoyan para abordarlo”.
Agregó que no todas las personas respetan a los que padecen alguna discapacidad, algunos les dan preferencia, mientras otros no les importa, “esto se puede notar en las rampas que existen para discapacitados y que muchos conductores lo ocupan sin tener consideración que es el área exclusiva para personas con alguna discapacidad”.
José Tec, otra persona con discapacidad, y que, para poder solventarse económicamente para comprar su alimentación y sus pañales, pide limosna en el mercado municipal, dijo que ser discapacitado no es fácil, “es una impotencia que tiene de no poder trasladarse de un lugar a otro, que para bañarse necesita de la ayuda de su hermano”.
Afirmó que hay personas que menosprecian a los discapacitados, “por ser diferentes, de no tener las condiciones físicas, pero no debe de ser así, yo desde nacimiento tuve un problema en mi columna donde me salió una bola que me dejó invalido, pero para poder contar con unos centavos tengo que salir en busca de la ayuda de la caridad de la gente, porque vivo con mi hermano, pero mi comida, mis pañales lo tengo que comprar, por eso es difícil mi vida”.
Por Raquel Margarita Huerta