–No basta la buena voluntad de querer ir a visitar al enfermo, sino que se requiere formación, es decir, cómo llegarle a un enfermo, cuánto tiempo hacer con él, qué decirle qué no decirle, dijo ayer el padre Alejandro de Jesús Alvarez Gallegos, coordinador diocesano para la Pastoral de la Salud.
Con motivo de la Jornada Mundial de Oración por los Enfermos que se llevará a cabo hoy en la Arquidiócesis, el sacerdote comentó que “dentro de esta pastoral hay grupos organizados de fieles en las diferentes parroquias que visitan los hospitales entre semana o el fin de semana. Grupos que además tienen su formación los miércoles, los sábados, un día entre semana, y esa formación les sirve para saber llegar al enfermo”.
–¿Por qué es importante la formación?
–Porque a veces los enfermos son muy vulnerables, a veces quieren tener gente, a veces no quieren. Y tenemos que saber ser empáticos con el enfermo, y precisamente eso es lo que se les enseña. Hay un manual muy bien editado de la Pastoral de la Salud que es donde ellos reciben su formación directamente.
–¿Cuántos grupos organizados para visitar enfermos hay?
–Prácticamente hay un grupo por hospital: hay un grupo que va a la T-1, un grupo que va al Juárez, uno que va al O´Horán, otro que va a la Umae, uno que va a la Clínica Mérida. Son los hospitales grandes, y están integrados por entre 10 y 15 personas más o menos por hospital, pero no son los únicos, porque hay otros grupos organizados que reparten comida a los familiares de los enfermos. A veces en el Hospital Juárez o en el O’Horán, hay familiares que esperan afuera las noticias de su paciente, y hay grupos que llevan sandwiches, café, pan dulce y les reparten esos alimentos.
Yo sé de esos grupos que están yendo. Y a veces les he dicho: “Acérquense a nosotros para contabilizarlos y saber quiénes son”, pero a veces son tantos que no sabemos realmente cuántos son, pero sí hay esos grupos y nos da mucho gusto que hagan esta labor, no solamente por sus enfermos, sino también por las familias que están allá esperando noticias, y que muchas veces no pueden salir a comer, no pueden descansar.
–¿Cómo se prepara a esos grupos?
–Se ha enviado a las parroquias y a los sacerdotes un material, un rosario para los enfermos. El Santo Padre emitió un mensaje con motivo de la 28 Jornada Mundial de Oración por los Enfermos, y un material para compartir con los agentes de pastoral, con unas preguntas y una reflexión.
Que lleven a los enfermos a la misa
Además hoy martes 11 de febrero, el Arzobispo Gustavo Rodríguez Vega vendrá a compartir la eucaristía a las 6 de la tarde con otros sacerdotes, con los que vamos a concelebrar. Se está citando a las 5 de la tarde a los enfermos para que puedan confesarse y a las 6 puedan recibir la unción. O sea, la misa, con el sacramento de la unción de los enfermos, y lo que queremos ahora es invitar a los enfermos, especialmente a sus familiares, para que hagan la gran labor, el gran esfuerzo, la gran obra de caridad de traer a sus enfermos. A veces muchos enfermos no pueden salir, pero si son trasladados, son traídos, son cuidados, es una gran experiencia de fe que puedan estar en la misa, que puedan recibir el sacramento, que puedan recibir la comunión, la confesión y la unción: tres sacramentos en un ratito. Entonces ojalá que pudieran traerlos, especialmente a la gente enferma. Gente que esté padeciendo alguna enfermedad crónico-degenerativa de preferencia, para que pueda vivir esto –concluyó el padre Alejandro.
(Roberto López Méndez)