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Yucatán

La esperanza no es una buena táctica de gobierno

La esperanza no es una buena táctica porque se ha demostrado que no funciona y sí nos puede llevar a tomar graves decisiones o al desastre; por lo tanto, lo mejor es realizar estudios profesionales y tener una lista específicas de tareas y resolverlas, sobre todo en materia de economía y justicia social, dijo ayer el Dr. Luis Foncerrada Pascal ante alumnos y catedráticos de la Universidad Anáhuac Mayab, en el marco del 5o. Congreso Internacional de Investigación (ICAAM) del área de negocios y ciencias administrativas de esa casa de estudios.

Deuda externa

Señaló que la esperanza fue la característica de muchas de las administraciones federales del país que nos han llevado a duplicar la deuda externa, que pasó de seis a 12 billones de dólares; ha limitado el crecimiento económico del país y la generación de empleos y lo mismo se espera que ocurra ahora para tratar de resolver el problema de la justicia social en el país; si la esperanza es lo que está atrás, va a fallar a menos que se realice un trabajo más serio, dijo.

Recordó que de 1970 al 2012, las decisiones de política pública y económica desembocaron en una mayor deuda, devaluación de la moneda y pérdida de confianza por parte del sector privado, que dejó de invertir, y no se resolvió el problema de la pobreza y la mortalidad infantil, sino que se incrementaron.

Dijo que todos los presidentes que gobernaron en ese periodo impidieron que la economía creciera; todos ellos creyeron que tenían la receta mágica pero lo que hicieron fue empeorar la situación, el surgimiento de guerrillas, inquietud social, levantamiento y delincuencia como crimen organizado, que es lo que vemos hoy en México.

Señaló que Vicente Fox y Calderón endeudaron más al país para tratar de salir de la crisis, se les hizo bolas el engrudo y no logran sus metas y terminaron con una deuda más grande, a pesar de la creación del programa de Oportunidades, que redujo un poco la pobreza.

Con Peña Nieto hubo mucha corrupción y se endeudó más al país, al casi duplicar el endeudamiento histórico, pese a que no hubo gasto en infraestructura y todo fue un desastre.

Reto para la 4a. Transformación

Ahora la pregunta para la 4a. Transformación es, ¿logrará acabar o reducir la pobreza y la desigualdad de los últimos 50 años?

Añadió que para ello habrá que crear muchos empleos permanentes para que puedan subir los salarios, y bajar la informalidad.

–Y a eso se le llama inversión, porque si no hay inversión no hay empleo y si no hay empleo cómo se va a reducir la pobreza; sin embargo, se recurre a recetas mágicas que al final tienen otro objetivo, como el electoral. Hay que incentivar la inversión e incrementar la recaudación sobre todo en los estados, porque al Gobierno Federal no le alcanza para resolver los problemas de salud, educación, infraestructura y seguridad, concluyó.

(Víctor Lara Martínez)

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