En este primer Viernes de Cuaresma, las ventas de pescado fresco se desploman en un 80 por ciento, debido a que los progreseños no cuentan con recursos para la compra de especies del mar, así como apenas están saliendo de los gastos ocasionados por las celebraciones del pasado carnaval.
Genna A. Ortega Rosales y Gabriela Magaña May, comerciantes de pescados y mariscos del mercado municipal, dijeron que el mero es la especie ausente en las mesas de venta de pescado, en la central de abastos.
El pescado está escaso y su precio no está al alcance de todos los bolsillos, en este Viernes de Cuaresma, el pescado no tuvo la demanda esperada, el huachinango y la rubia están a 220 y 200 pesos kilo, respectivamente, corvina a 170, pesos el kilo.
La especie más económica es la rubia chica de 30 centímetros y la grande 80 y 120 pesos respectivamente, pero la venta este viernes estuvo muy baja.
En el caso del camarón su costo varía entre 300 y 400 pesos, el camarón cocktelero, que es más económico, a 200 pesos kilo, la especie de mariscos de más valor es el kilo de cola de langosta a 700 pesos kilo.
En este primer Viernes de Cuaresma, el pescado está prácticamente escaso, y se conservan los precios hasta ahora, aun cuando prácticamente la barcada está inactiva.
Eso hace que el pescado que llega al mercado municipal esté limitado, además de los últimos días las embarcaciones de ribera no salieron a pescar debido a los efectos del frente frío.
Desde luego, hay especies de mar que capturan los pescadores dedicados a la pesca de ribera, que son especies frescas capturadas en la costa.
Los pescadores de ribera capturan en la costa para la comercialización de los clientes del puerto, aunque no se han capturado los volúmenes esperados debido a las condiciones climatológicas, han sido adversas para el pescador que llega con el producto del día.
Esperamos que las ventas mejoren durante la Cuaresma, aunque el pescado en estas fechas no está al alcance de todos los bolsillos de las familias.
Los que compran pescados y mariscos son los tripulantes de cruceros turísticos e integrantes de la comunidad canadiense y estadounidense que habitan en las costas de Chuburná Puerto y Uaymitún, debido a que ellos sí cuentan con poder adquisitivo.
Con información de Julio Jiménez
Por Redacción Digital Por Esto!