El Centro Histórico de Mérida, que en tiempos comunes es uno de los sitios más concurridos de la ciudad, desde hace algunas semanas luce sin vida, pues ha disminuido notablemente el número de personas que lo visitan por la emergencia sanitaria.
Un resultado colateral de este hecho es que ahora Mérida se ve más limpia, con menos basura en sus calles.
Trabajadores de limpieza de la Comuna meridana comentaron que, por la ausencia de gente, ha disminuido considerablemente el volumen de basura que recolectan a diario.
José Alfredo Várguez Tuz, quien lleva 18 años como empleado de limpieza, dijo que en un día común recogía 6 tambores de basura en un turno de seis horas y ese volumen podía aumentar dependiendo de la calle que le tocara barrer, pues las calles 54, 56 y 58 son donde más basura hay: se llenan de 7 a 8 tambores.
Antonio Baas Moo, que lleva 12 años en este oficio, comentó, por su parte, que los barrenderos nunca terminan, pues cuando piensan que ya lo han hecho otra vez hay basura, pues la gente tiene la mala costumbre de comer y tirar su basura.
Ambos trabajadores afirmaron que por la cuarentena ahora sí se conserva limpia la ciudad, pues sólo llenan de uno a dos tambores de basura, cuando mucho; antes no se daban abasto los camiones recolectores.
Dijeron que los trabajadores de más de 60 años se fueron a descansar para no exponerlos al contagio, en tanto que los demás apoyan en la limpieza.
Los empleados de limpieza del Ayuntamiento de Mérida trabajan en tres turnos de seis horas, de lunes a viernes, y los fines de semana hay personal específico que trabaja doce horas.
(Elena Gómez)