TAHDZIU, Yucatán, 12 de mayo.- De una manera diferente a todos los años, los fieles católicos iniciaron los festejos religiosos para honrar a San Bernardino de Siena, Patrono y protector de Tahdziú.
Al inicio de la fiesta del pueblo (primera quincena de mayo), miles de católicos participan en la tradicional bajada y procesión de las dos imágenes San Bernardino, las cuales durante todo el año permanecen en una capilla en la colonia que lleva el nombre del patrono.
Por la contingencia del Coronavirus (Covid-19), ayer, un reducido número de feligreses cumplió con la tradicional bajada de los santos, los trasladó a la Iglesia del centro de la población y se colocaron en un altar especial para presidir las actividades religiosas en su honor.
El grupo de custodios, acompañados del Pbro. Freddy Tzuc Canché, bajaron a las dos efigies de sus nichos y los colocaron en una camioneta para iniciar el recorrido, sólo que este año no hubo voladores, charanga, flores, velas, mariachi ni demás signos de devoción.
Entre himnos y cánticos, San Bernardino de Siena entró a la Iglesia principal, los custodios colocaron las tres imágenes del Santo Patrono en un altar especial para presidir las misas, novenas y rosarios en su honor.
El padre Freddy Tzuc pidió a las familias de Tahdziú orar para pedir la intercesión de San Bernardino de Siena y pronto pueda acabar la pandemia del Covid-19, así mismo, pidió vivir las festividades desde casa.
“Iniciamos de manera simbólica las fiestas religiosas en honor al Santo Patrono, pidamos que nos siga iluminando y pronto podamos salir de esta enfermedad, por lo pronto, participemos desde casa, hay que cuidarnos”, señaló.
“Recemos por los que han muerto por Coronavirus, por los enfermos y por todas las personas que están luchando para acabar con esta pandemia; que este tiempo lo aprovechemos para tener un encuentro más intimo y familiar para pedir la intercesión de San Bernardino de Siena”, concluyó.
Cabe señalar que la población católica tiene 3 imágenes religiosas de su Santo Patrono, dos permanecen en su capilla y una más en la Iglesia principal; esta última fue entregada por una familia que la venía resguardando desde la Guerra de Castas, según la tradición familiar, el cantor de la Iglesia guardó la sagrada imagen por temor a ser profanada.
(Texto y fotos: Pedro Cauich)