Sin duda, el confinamiento por la cuarentena del coronavirus ha generado en gran parte de la población ansiedad y nerviosismo, pero puede evitarse si se mantiene la calma y se desarrolla una vida activa y entretenida con los demás miembros de la familia, aseveró ayer Karina Pérez Ramos, consejera técnica del Colegio de Psicólogos de Yucatán.
En el marco del Día del Psicólogo en México, la entrevistada comentó que la efeméride se instituyó el 20 de mayo de 1937 a raíz del otorgamiento oficial de la licencia para ejercer la carrera de Psicología por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Lo que intenta esta celebración –observó– es más que nada reflexionar sobre el compromiso y la responsabilidad que conlleva nuestra profesión porque nosotros trabajamos con seres humanos y no con objetos.
Lo más importante
–Lo más importante que puede existir es el ser humano y de ahí la importancia de reflexionar sobre esa enorme responsabilidad que tenemos en nuestras manos cuando una persona confía en nosotros para querer estar mejor, y creo que este ejercicio de responsabilidad debe ser coherente con el objetivo de la misma psicología, porque su objetivo y su naturaleza es humanista y busca ayudar a que las personas logren su bienestar, y sentirse y estar bien y alcanzar la felicidad.
Pérez Ramos subrayó la importancia de saber reconocer y asumir que quienes ejercen la carrera tienen que tener habilidades, inteligencia, pensamiento analítico, ser críticos y mantener una preparación constante para asumir esas responsabilidades que tienen en sus manos, así como también estar siempre apegados a una ética en el servicio.
Resaltó que a final de cuentas, cuando una persona, un grupo o una comunidad reciben los beneficios de trabajar con un psicólogo, “vamos transformando poco a poco la realidad que nos acompaña, como sucede ahora con la pandemia del COVID-19, en la que se ha recurrido mucho a la figura del psicólogo”.
Conservar la calma
Este confinamiento –apuntó–, el estar encerrados en las casas, ha llevado a la gente a presentar síntomas de ansiedad, nerviosismo y a veces ha desarrollado la idea de que se puede enfermar por cualquier cosa.
Expuso que en ese contexto ha sido importante que los psicólogos recuerden constantemente a la gente que conserven la calma, que estén tranquilos, que se pongan horarios en la casa para hacer diversas actividades, que se levanten temprano, que continúen con sus actividades de la vida diaria, que se arreglen, que se bañen y no estén todo el día con la pijama, que aprovechen este tiempo para convivir con lo que más se quiere en la vida, que es la familia.
Añadió que, de igual forma, es importante estar conscientes de los amigos y demás familiares y comunicarse y estar en contacto con ellos a través de las redes sociales.
Hizo notar que en el Colegio de Psicólogos se trabaja mucho sobre ese tema y otros más, y como ejemplo anoche mismo se organizó un foro virtual en la que sus miembros hablaron desde la perspectiva del área que cada uno maneja.
No es cosa de locos
Por otra parte, dijo que al paso del tiempo ha ido mejorando la percepción de la gente de que recurrir a un psicólogo no es cosa de locos como se creía antes.
–A veces recurrimos a la amiga, al amigo, a la familia para contarle lo que nos pasa, pero a veces a nadie y no es bueno quedarse con sentimientos y no sacarlos, sino que se recomienda hablar de lo que uno piensa y lo que siente en total libertad, acotó.
Cada vez –continuó– la gente se ha quitado ese estigma de que ir a un psicólogo es porque estás loco o porque estás mal; ahora es más común decir: voy con mi psicólogo.
La especialista indicó que también hay que quitarse la idea de que acudir a un psicólogo es para siempre con una terapia permanente y a un costo muy elevado, lo que no es verdad, ya que a veces la persona sólo necesita una terapia para resolver su problema y no necesariamente tiene que llevar un tratamiento largo.
Finalmente consideró que, en Yucatán, todavía hacen falta más psicólogos para atender las necesidades generales de la sociedad, como en las áreas educativas, de salud, organizacional y otros ámbitos laborales.
(Rafael Mis Cobá)