VALLADOLID, Yucatán, 24 de mayo.- En entrevista con el padre Fermín Rigoberto Nah Chi, quien estuviera como padre vicario en San Servacio y ahora se encuentran en Tizimín, dijo que el Coronavirus es un riesgo latente en el ser humano, pues no se sabe cuándo se van a contagiar o si los puede matar.
“Hay quienes se contagian y no mueren, y esto nos recuerda que somos frágiles ante los problemas, que no somos inmortales. Ante este enemigo invisible que ha paralizado a la sociedad, dentro de lo bueno es que ha unido a muchos pobladores ya que ahora conviven más con la familia, aunque por necesidad nos quedamos en casa y pasamos más tiempo con los nuestros.
“No debemos verlo como un castigo de ninguna manera, ahora que tenemos más tiempo es cuando más debemos de orar, inculcar en nuestras costumbres hacer el rosario; ahora que estamos en el mes mariano hay que pedir a María para que interceda por nosotros ante su hijo Jesucristo y que nos conceda solución a nuestros problemas.
“Nosotros como sacerdotes estamos orando para que esta enfermedad pase lo más pronto posible y a través de nuestras misas pedimos a la gente que hagan lo mismo, encomendándonos a Dios nuestro Señor.
“Otra de las cosas que estamos haciendo es canalizar los apoyos a la gente humilde que no tiene recursos económicos; por ejemplo, aquí en Tizimín hay ganaderos que tienen sus animales, hablamos con ellos sensibilizándolos a ayudar a esa gente y en ocasiones sacrifican uno y reparten su carne entre los pobres que no tienen para comer”, culminó el sacerdote.
(Manuel Vázquez Rivero)