La hipertensión y el asma no han sido obstáculo para un matrimonio yucateco de enfermeros que, en el Hospital de Valladolid, se mantienen al pie del cañón trabajando y apoyando en la atención del coronavirus.
Carla Barco Araujo padece hipertensión y su esposo tiene asma, sin embargo no buscaron la incapacidad cuando la pandemia llegó a la “Sultana del Oriente”, pues siempre postergaron esa solicitud y hoy permanecen en sus labores durante la Fase 3 de la contingencia.
No obstante, ella reconoce que “tienen mucho miedo”, pues “todo trabajador de la salud está expuesto a infectarse de COVID-19, no tiene que tratar exclusivamente con pacientes contagiados”.
Asimismo, para seguir y cumplir con sus labores llevan un control de sus padecimientos, pues aseguran que “nuestro deber es estar ahí, es nuestra segunda casa el hospital, cuidando de todos que para eso estudiamos”.
Por Redacción Digital Por Esto!
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