Los elevados cobros en los recibos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) han orillado a muchas personas a alterar sus medidores de luz con los famosos “diablitos” , pero eso lejos de representar un ahorro puede ocasionar una multa y hasta 10 años de cárcel, pues el robo de energía eléctrica es un delito.
El robo de luz se puede efectuar cuando se coloca madera, cartón, láminas o algún otro material en la caja de fusibles. Si se usa una de las que llevan los clásicos fusibles redondos que parecen unos tubitos es más fácil que si se utilizan los de pastilla.
De acuerdo con trabajadores de la CFE, al colocar el “diablito” se altera el medidor y la toma de la lectura es menor. La gente cree que los de la paraestatal no se van a dar cuenta, pero sí. “Si uno revisa su recibo de luz, en él viene detallado el consumo de los últimos meses, de modo que siempre nos damos cuenta del promedio”, dijo un trabajador de la CFE al reportero.
El artículo 368 del Código Penal Federal señala que cuando una persona comete un delito con el servicio de electricidad será sancionada con prisión de tres a diez años y pagar mil días de unidad de medida o lo que solía llamar el salario mínimo, que son poco más de 60 mil pesos.
Además, alterar el medidor con un “diablito” puede resultar peligroso y derivar en un incendio porque la corriente no fluye correctamente e incluso podrían quemarse artículos electrodomésticos si llegara a registrarse un “bajón” de corriente.
De acuerdo con la paraestatal, si el cliente no está conforme con lo que le están cobrando en su recibo debe formalizar un reclamo, no alterar el medidor. Aunque no hay informes recientes de los casos de robo de luz, la CFE tiene información en su sitio web de hace cuatro años cuando se reportaron 55 casos en menos de dos meses; a estos usuarios se les cortó el servicio y enfrentaron a problemas legales.
Los robos de luz pueden afectar la facturación de los vecinos incluso. Un trabajador de la CFE explicó que el diablito puentea la energía desviando la corriente y aunque se puede ocultar, cuando se realizan las lecturas los empleados de la paraestatal se pueden dar cuenta de lo que uno está haciendo.
La paraestatal no ofrece datos de cuánta gente está robando luz, pero admite que “siguen utilizando este método (del diablito) miles de mexicanos. Además de engañar al estado, están poniendo en riesgo la vida propia y la de personas alrededor, porque de desatarse un incendio, sería de grandes proporciones”.
Rafael Gómez Chi
Por Redacción Digital Por Esto!