Indiferencia hacia malestar e inconformidad de la planta laboral y de los derechohabientes
VALLADOLID, Yucatán, 11 de junio.- Falta de medicamentos, falta de médicos y personal de asistencia, saturación de pacientes, falta de pagos y el Director del ISSSTE no soluciona nada o es indiferente a éstos problemas, por citar algunos; de esta manera lo manifiesta el personal de dicha institución, en un comunicado que nos hicieron llegar, expresando su enojo, malestar e inconformidad, pero sobre todo su preocupación por su propia seguridad y la de los derechohabientes.
Comentan que desde que empezó la contingencia por el COVID-19, muchos médicos, ya sea por su edad o por problemas crónico-degenerativos tomaron la decisión por cuestiones del Gobierno, sin que exista un documento que lo ampare legalmente; fueron retirados del nosocomio, dejando solo el 50% para desempeñar todas las funciones y aunado a ello hay un gran faltante de medicamentos, los cuales argumentan que es porque éstos se compran a nivel Federal y no como era antes, que se adquirían por el Estado.
Dicen que hoy Yucatán sólo envía el número de pacientes y medicamentos y la Federación, que es la que maneja el presupuesto los adquiere y envía a cada Estado, a veces sin llegar el total de medicamentos solicitados y por supuesto los pacientes se molestan y a veces hasta insultan a los médicos, a los de farmacia, de archivo, etc., pues ellos son los que dan la cara; pero que no tienen la culpa o la responsabilidad en estos casos descritos anteriormente.
Otra de las inconformidades expresadas es que a todo el personal de base se le está pagando el 100%, aunque algunos no estén llegando a trabajar y estén en sus casas. Inclusive se les paga riesgo de trabajo cuando no están laborando y otros como ellos que sí se están exponiendo, no se les está pagando ese 100%.
Manifiestan que cuando se topan con pacientes muy alterados por no llegar sus medicamentos acuden con el Director y él no quiere salir ni atenderlos; en sí no resuelve ninguno de los problemas, incluso ellos han tenido que acudir a otros centros médicos para conseguir medicinas, pues el Director no realiza su trabajo, ya que les preocupa la salud de muchos enfermos pero dicen que muchas cuestiones no están en sus manos, sino en la de los directivos locales, estatales y federales, los cuales no se exponen a estas situaciones, como ellos.
Comentan que en tres meses sólo dos veces les han entregado material y equipo de protección para el COVID-19, diciendo que nos imaginemos el uso dado en más de 60 días a dos cubre-bocas otorgados para cada trabajador. Se usa uno por semana, no hay gel suficiente, no hay medidas adecuadas para que se protejan de posibles personas contagiadas o sospechosas; han acudido varias veces con el Director a manifestárselo y no hace ninguna gestión o trámite sobre el caso.
Externan que los médicos dan consultas, realizan filtros, etc., claman por un alto y un “basta” a la negligencia del Director, el Dr. Pedro Medina, quien llega todos los días a las 10 de la mañana, hace una hora y desaparece. Quieren hablar con él y se encuentra dormido en su oficina o se esconde, no quiere hablar con nadie ni de nada, sólo atiende a sus amigos y les da el medicamento, todo delega, pues no sabe manejar ni su computadora; saben que por su edad tiene problemas de salud y ya no puede con el cargo, el cual le fue otorgado por favores de amigos “de arriba”. Se inconforman porque no está funcionando ni para los trabajadores ni para los derechohabientes.
Agregan además que los trabajadores que están de guardia y suplencias hace un par de meses fueron recortados del presupuesto en número de horas y su sueldo bajó de manera drástica, y les llega el pago con dos meses de retraso con una sola quincena, siendo injusto ya que trabajan a la par con todo el personal activo de manera profesional.
Temiendo por perder su trabajo y poner en riesgo su integridad, piden el anonimato, aunque están decididos a que si lo anterior se investiga, den la cara y externen sus inconformidades a sus superiores.
(Ariel Sánchez Gómez)