La epidemia de COVID-19 ha modificado temporalmente las ceremonias fúnebres, pues ahora las personas que mueren por este mal únicamente pueden ser cremadas.
Como los deudos más cercanos tienen altas posibilidades de ser portadores del virus, es necesario que tomen precauciones y se aíslen.
El presbítero Jorge Martínez Ruz, vocero de la Arquidiócesis de Yucatán, informó que las misas de difuntos durante la pandemia sólo se pueden oficiar en los templos o en funerarias, con un máximo de diez personas a fin de guardar la sana distancia.
Los familiares del difunto o la difunta pueden solicitar misas por el eterno descanso de su alma; también pueden rezar el rosario en casa, pero siempre con pocas personas.
Por su parte, los psicólogos han manifestado en diversas ocasiones que la muerte de un ser querido provoca sentimientos de tristeza; sin embargo, deben estar conscientes de que por la situación crítica que se vive actualmente tendrán que despedirse en el cementerio o en las criptas de las iglesias.
Si usted o algunos de los suyos tiene algún tipo de crisis y no sabe cómo actuar, llame a las líneas de orientación y apoyo emocional 800 108 8000 o 9994 541081, donde los canalizarán con un psicólogo o psiquiatra que los puede ayudar a procesar su duelo, mientras termina el confinamiento.
(Melly Manzanero)