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Yucatán

Se cancela la "Feria de las Cebollitas" en Ixil

Las inundaciones provocaron la pérdida de la producción de las cebollitas en Ixil
Foto: Por Esto!

La excesiva humedad de los suelos ocasionada por las severas inundaciones amenaza con la muerte prematura de los nuevos cultivos que han empezado a realizar los horticultores del Estado, tal como pudo constatarse ayer con los productores de Ixil, donde a causa de las excesivas lluvias se tuvo que suspender también la “Feria de las Cebollitas” por haberse perdido la mayoría de las siembras.

Joselino Tzuc Chin, horticultor ixileño con más de 20 años en la actividad, pidió el apoyo de las autoridades estatales para que puedan disponer de recursos económicos en tanto logran nuevas cosechas, ya que la situación que enfrentan resulta crítica debido a que, además de haber perdido prácticamente todo su capital por las inundaciones de sus cultivos, llevan más de un mes sin poder obtener algún ingreso económico.

–Estamos empezando de cero con estas nuevas siembras y tenemos que esperar varias semanas más para poder cosecharlas y venderlas, expuso a los reporteros de POR ESTO! que lo visitaron después del mediodía en la unidad productiva “Santa Gertrudis”.

Mala decisión de autoridades

Acompañado de su hijo Jorge Antonio Tzuc Dzul, insistió en la necesidad de recibir alguna ayuda de las autoridades e hizo notar que tan sólo una bolsa de semilla de rábanos de una libra (453 gramos aproximadamente) cuesta ahora mil 550 pesos, mientras que el kilogramo de cilantro tiene un precio de 120 a 130 pesos, sin tomar en cuenta los demás insumos que se utilizan en la actividad.

Las intensas lluvias ocasionadas por la tormenta tropical “Cristóbal” ocasionaron la pérdida total a Joselino Tzuc de 2.5 hectáreas de lechugas, rábanos, cilantro, cebollina, colinabo, calabaza y yerbabuena, los cuales estaban ya en etapa de cosecha.

Los daños causados por las inundaciones se sumaron a la ya situación difícil que padecían los horticultores por la pandemia del COVID-19, al cerrarles las autoridades el mercado Lucas de Gálvez donde expendían sus productos, sin darles nuevos espacios para que continuaran sus ventas.

Relató que tuvieron que buscar “como si fueran ladrones” y prácticamente guardándose de la Policía, otros espacios para poder vender las hortalizas, incluso en calles cercanas al paradero de taxis, lo que les disminuyó mucho sus ventas.

Estimó que las autoridades estatales y el Ayuntamiento de Mérida pudieron haberles habilitado espacios en los parques de La Mejorada, San Juan y San Cristóbal para que continuaran con la comercialización de sus productos, ya que son sitios amplios donde se podían respetar las condiciones de sana distancia como medidas preventivas para evitar contagios del coronavirus.

Apoyos insuficientes

Sin embargo, las autoridades no les dieron esas facilidades, sino que incluso les restringieron más los espacios de venta, ocasionando graves afectaciones a la economía de todos los productores.

–Estábamos sufriendo ese problema cuando vino encima las inundaciones y la pérdida total de nuestras cosechas, remarcó.

Explicó que el Ayuntamiento de Ixil les ha apoyado con mil pesos y el gobierno del Estado con dos mil pesos, lo que ha servido para compensar una mínima parte de sus gastos para sus familias, pero requieren de nuevos apoyos para poder realizar las nuevas siembras mientras logran cosechar en las siguientes semanas.

Mencionó que ahora parece surgir un nuevo problema en las nuevas siembras, probablemente por la excesiva humedad de los suelos o quizá el salitre que trajeron las aguas, ya que por ejemplo, el cilantro que ha logrado germinar se ha estado muriendo sin aparente razón.

El veterano productor mostró a los reporteros las pequeñas plantas que han germinado y que ya comienzan a pudrirse con la incertidumbre de lo que pasará en los siguientes días.

Trabajar y cuidar la madre tierra

Las intensas lluvias que duraron más de una semana de manera ininterrumpida inundaron su parcela hasta más de un metro de altura, cubriendo todos sus cultivos y pudriéndoles casi de inmediato.

Enseñó a los reporteros las partes todavía húmedas de los terrenos donde se podían ver los tallos secos de rábanos, calabazas, pepinos y demás hortalizas que se echaron a perder.

Dijo que la resiembra de algunas variedades las empezaron hace 15 días apenas se secaron las partes un poco altas donde las plantitas germinaron ya y comienzan a reverdecer la extensa superficie.

–Nuestra madre tierra te da para comer y para vivir, pero hay que trabajarla y cuidarla mucho, observó.

Las tradicionales cebollitas

En cuanto a sus siembras de las tradicionales cebollitas de Ixil, dijo que él pudo rescatar a tiempo la mayor parte, a unos días de que cayeran las lluvias, logrando venderlas con el apoyo del joven Pedro Tec, quien las promovió a través de las redes sociales y con sus amistades.

Agregó que, en condiciones normales, las cebollitas alcanzan buen precio con hasta 50 a 60 pesos el kilogramo en fresco y 50 pesos el frasco en curtido de 750 gramos.

Sin embargo, por efectos de la pandemia, los precios de venta bajaron, pero observó que era mejor vender lo que se tenía a que se te quedara en la casa por la falta de los clientes tradicionales que acudían a la población a comprarlas.

De hecho, la segunda edición de la Feria de las Cebollitas, que había empezado a difundir la actual autoridad municipal, se canceló a causa del confinamiento decretado por el COVID-19.

Las cebollitas de Ixil son únicas porque sólo se producen en la localidad, a pesar de que horticultores de otros municipios han tratado de sembrarlas sin que les den resultados.

Este cultivo requiere de cuidados especiales y su proceso es tardado debido a que desde su siembra hasta su cosecha tienen que pasar entre seis a siete meses y sólo se puede hacer una vez al año.

Sólo en Ixil crece

Normalmente la cosecha se lleva a cabo entre mayo a junio y es común ver ya cada año el desfile en la población de vehículos de varias partes del Estado e incluso de fuera de Yucatán, en busca de comprar sus preciadas cebollitas de Ixil.

De hecho, a la entrada a la comunidad el visitante se topa con el letrero: “Bienvenido a la tierra de las cebollitas”.

A su vez, otro veterano productor de la localidad, don José Liberato Tec Pech, conocido cariñosamente como “Payaso”, relató que también perdió importante superficie de siembras como consecuencias de las inundaciones.

No pudo mostrar en su terreno las afectaciones a sus siembras debido a que apenas se recupera de su salud en vista de que algún animal ponzoñoso le dañó el brazo cuando desyerbaba su terreno y que a punto estuvo de causarle la muerte.

Respecto a las cebollitas, don Liberato dijo que ha habido productores de municipios de Conkal y de Kanasín que han comprado la semilla en Ixil (único lugar donde se puede adquirir, si es que uno de los 20 horticultores accede a venderlas) para sembrarlas en sus localidades, pero la planta no crece y menos genera su cebolla.

Incluso, se ha dado el caso de que algún horticultor de otro municipio compró la semilla y pagó al productor ixileño para que acudiera personalmente a su parcela a que cultivara la cebollita con el fin de asegurar que germinara y diera sus frutos, pero ni así lo logró.

En el municipio de Ixil se dedican a la horticultura al 100 por ciento unas 90 familias, mientras que otras 100 lo hacen de manera complementaria como una segunda actividad después de terminar la jornada de su trabajo formal.

Además de Ixil, otras comunidades de la región netamente hortícolas son Dzidzantún, Sacalum y Xcanatún, comisaría de Mérida.

Rafael Mis Cobá

Por Redacción Digital Por Esto!

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