El Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) acusó al proyecto del Tren Maya de romper el tejido comunitario en la Península de Yucatán, situación que complica las opciones de reproducir su cultura para confirmar una población urbanizada.
A través de un comunicado de prensa, la organización no gubernamental explicó que el Tren Maya promueve que el empleo asalariado es la mejor forma de combatir la pobreza a través de un proceso de despojo, modelo que concentra la riqueza y permite a las grandes empresas perpetuar su dominio.
“El proyecto Tren Maya busca que los territorios rurales que hoy están en manos de comunidades campesinas e indígenas que por siglos los han resguardado y manejado, queden sin la presencia y custodia de su población originaria, facilitando la incorporación de las tierras y bienes naturales al desarrollo de actividades extractivistas y al mercado inmobiliario”, expuso CCMSS.
El análisis que hace el Consejo es que este tipo de proyecto apuestan por permitir a grandes empresas y corporativos de las finanzas, la agroindustria, el turismo y el sector inmobiliario acumular capital y perpetuar su dominio, en este caso en la Península de Yucatán, donde el 46.9 por ciento de la población se identifica a sí misma como maya.
“Fonatur (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) impulsa un esquema que prioriza lo urbano y omite las realidades y derechos de las comunidades indígenas. Omite reconocer que se trata de un territorio indígena habitado y poseído por pueblos originarios con derecho a la libre determinación, de acuerdo con la Constitución; ignora su conocimiento ancestral íntimamente ligado al territorio, su identidad cultural y formas de vida, sus sistemas y medios de producción, y su valioso papel en la protección y mantenimiento de la integridad de los territorios comunitarios”, advierte el documento “Tren Maya: Nuevo impulso a la desruralización de la Península de Yucatán”.
La publicación señala que este proceso impacta negativamente en las comunidades indígenas y campesinas debilitando su gobernanza y capacidad institucional, además, acusa que Fonatur presiona a dueños de los ejidos para que se sumen como “socios” y cedan hectáreas de sus terrenos.
El Consejo advierte que este proyecto está plagado de violaciones a los derechos humanos, además del detrimento de los valores para una convivencia sana.
Incluso, asegura que aunque el Tren Maya ha tratado de mostrarse bajo los conceptos de sustentabilidad, e inclusión, no es muy diferente de los esquemas anteriores donde predomina la expulsión de las poblaciones rurales de sus territorios para facilitar el acceso a los grandes capitales.
Con información de Astrid Sánchez
Por Redacción Digital Por Esto!