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COVID-19 pausa al “Son del recuerdo” de Espita

Ante la contingencia sanitaria por COVID-19, la agrupación “Son del recuerdo”, de Espita, se ha visto obligada tener una pausa en sus presentaciones musicales.
Foto: Rafael Mis Cobá
Foto: Rafael Mis Cobá

Son del Recuerdo” es una agrupación jaranera integrada por 11 músicos de Espita y sus comisarías, cuya base está conformada por tres hermanos, quienes con mucho esfuerzo y dedicación han logrado escalar peldaños hacia el éxito que les ha dado la oportunidad de alternar con orquestas de renombre como las de “Víctor Soberanis” y “Arturo González”.

Sin embargo, al igual que otros sectores de la población, la actividad musical también ha resentido los efectos de la pandemia del COVID-19, de tal manera que varias de las contrataciones que tenían en puerta para actuar fueron canceladas hasta nuevo aviso.

Todo empezó en la época de la secundaria cuando Rusel Uicab Pat, el mayor de los seis hermanos que conforman la familia, aprendió a tocar la guitarra y posteriormente enseñó a sus demás consanguíneos sin pensar que estaba abriendo el camino para la formación musical de todos ellos.

Fusión de dos charangas

Al paso de algún tiempo los hermanos Rusel, Carlos, Francisco y Wilberth comenzaron a tocar música latinoamericana y amenizaban fiestas familiares y eventos sociales de la localidad, así como los que organizaba también el Ayuntamiento.

Entrevistado en su domicilio, Francisco, ahora con 26 años de edad, dijo que en el 2011 dos grupos de charanga originarios de las comisarías de Kunché y Nacuché se unieron para formar una pequeña agrupación musical y debutar en la fiesta del segundo poblado, para lo cual llamaron a su hermano Wilberth para que tocara el bajo, instrumento que apenas comenzaba a ejecutar.

Para el 2013, la orquesta que estaba a cargo de Silverio Pool Canché –continuó– me llamó también para incorporarme al grupo para que tocara el trombón, y aunque no tenía amplio conocimiento de ese instrumento en poco tiempo aprendí gracias a la enseñanza de otros músicos y a tutoriales que tomé de internet.

Compositor

Relató que en el 2015 se desintegró esa orquesta por diversas razones y fue cuando al año siguiente, un amigo de la familia, Jesús Emilio Cordero, que domina el saxofón, tuvo la iniciativa de retomar el grupo e incluso patrocinarlo en gran parte para que volviera a resurgir la orquesta, ahora con el nombre de “Son del Recuerdo”, en la que se incorporó su otro hermano, Carlos, con la trompeta.

Los músicos solicitaron entonces al Ayuntamiento apoyo para adquirir los atriles de madera, donde se colocan las partituras, y finalmente debutaron el 19 de diciembre del 2016 en la fiesta anual dedicada al Niño Dios.

Agregó que a partir de entonces comenzaron a recibir invitaciones y contrataciones para amenizar fiestas en diferentes municipios como Tizimín, Temozón, Valladolid, Cancún, Cozumel y Carrillo Puerto, entre otros.

Francisco, además de ser especialista con el trombón, compone jaranas con música y letras, así como baladas y de otro género que le soliciten.

Ensayan desde sus casas

Wilberth, además de bajista, ha aprendido a tocar también el piano, mientras que Carlos no sólo se ha especializado en la trompeta, sino que sigue con sus estudios de música.

Los demás miembros de “Son del Recuerdo” provienen de las comisarías de Kunché y Nacuché. Los ensayos los llevan a cabo de manera individual, cada quien en sus casas, sobre todo ahora por cuestiones de la contingencia sanitaria, lo que no se les dificulta debido ya que cada quien sabe leer partituras. En total tienen un repertorio de 150 canciones, incluidos danzones y cumbias.

Los precios de las presentaciones son de 17 mil pesos por cinco horas y de 20 mil pesos cuando actúan sin alternar, es decir, sólo ellos.

Por Rafael Mis Cobá 

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