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Una familia de venezolanos que salió de las instalaciones del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) y prefirió emprender su salida a pie, antes que tomar algún transporte, ante las inclemencias del calor, Roberto López dijo muy tajante que los precios eran excesivos incuso en autobús, por lo que decidieron buscar otro medio de transporte mientras continuaban caminando.
Lo que más llamó la atención es que entre ellos estaba un menor de aproximadamente tres a cuatro años quien se cubría de los rayos del sol con una palmera, a pesar de que varias personas ofrecieron llevar los hasta la ciudad éstos no quisieron por cuestiones de seguridad.
Algunas personas se ofrecieron a llevarlos, pero la familia se negó por temas de seguridad / Angélica Gutiérrez
Roberto, dijo ser un hombre de principios, por lo que percibió que el cobro de taxi era mucho dinero ya que le querían cobrar 80 dólares por llevarlos al centro de la ciudad, por lo que emprendieron el camino, la idea no era llegar hasta el hotel, porque estaban claros que no los iban a poder lograr, sobre todo por las altas temperaturas y el rayo de sol de medio día ya empezaba hacer efecto, sólo iban a caminar hasta un punto donde un transporte público los llevara cerca de su destino.
Por su parte el pequeño, parecía disfrutar del paseo, mirando con curiosidad a las personas que pasaban por ahí el paso verde de los camellones le parecían un lugar perfecto para correr, la palmera que llevaba se había convertido en su sombra, protegiéndolo del sol implacable, pero a la vez la tomo como un juguete que de vez en cuando arrastraba por el suelo, mientras le sonría a su mamá.
Debido al calor, se refugiaban bajo la sombra de los árboles / Angélica Gutiérrez
La familia López continuó su camino, sin importarles las miradas ni las ofertas de ayuda. Estaban decididos a llegar a su destino, aunque fuera a pie. Y así, con la palmera de Juan como su única sombra, la familia venezolana siguió adelante, sin mirar atrás.
La razón para visitar Cancún es porque tienen vienen a visitar a unos familiares que desde hace tres años viven en Mérida; sin embargo, no iban a desaprovechar la oportunidad de conocer el azul turquesa de las playas de Cancún antes de dirigirse a su destino, “la verdad fue casi un año y medio de ahorros, para disfrutar de estas vacaciones es por ello que debemos cuidar cada dólar, así que hay que ser muy cuidadoso en las cosas en las que vamos a gastar, a lo mejor para otras personas es más fácil, pero con la situación de nuestro gobierno.
