Con el aumento en el número de personas contagiadas con COVID-19 se ha incrementado también de forma considerable en Mérida la demanda de oxígeno medicinal y, aunque todavía hay abasto de gas, lo que ya no se encuentra por ningún lado son los cilindros y reguladores, esto ha llevado a la gente a utilizar cilindros que son de uso industrial, como los que utilizan los soldadores o los hojalateros, con los riesgos que ello conlleva.
El reportero pudo constatar en varios lugares que ya no hay tanques portátiles o de mayor tamaño en renta y no se sabe cuándo los habrá, aunque todavía se puede encontrar el gas para rellenar, pero muchas personas, en su desesperación, han buscado cilindros de cualquier tipo, incluso algunos que pueden ser nocivos.
“Nos ha tocado ver gente que tenía un taller de hojalatería, murió el papá o la mamá, venden el tanque, pero resulta que no tiene regulador porque lo quieren usar con un regulador industrial, pero no se puede”, expuso Ingrid Mendoza Rodríguez de la empresa Oxivime.
Explicó que todavía hay abasto de gas, pero lo que ya no hay son cilindros ni reguladores, lo que ha hecho que por ningún lado se pueda rentar alguno de estos insumos.
“Oxígeno como tal sí hay, las plantas siguen llenando. Lo que no hay son cilindros para seguir surtiendo; en el caso de nosotros, atendemos veterinarias, pacientes a domicilio que ya están de años, pero si sacamos los tanques que tenemos nos quedaremos sin poder garantizar el resurtido de nuestros clientes”, expuso.
“Muchos de los que nos dedicamos a estos nos vemos ya rebasados, no podemos seguir dando tanques, ya no tendríamos capacidad para seguir”, dijo.
Lo racionan
Además, comentó que si bien sí hay abasto del gas las empresas surtidoras lo están racionando.
“Si pides 50 te llegan 20 ó 25, otro factor es que ya no dan crédito porque hay temor que no se les pague. Y todo esto ha afectado porque se han encarecido muchas cosas. En el caso de nosotros, como van llegando tanques que nos regresan tardamos un día en sanitizarlos y cambiar filtros y los rentamos, pero son lo menos, porque no hay”, dijo.
Ante este escenario, expuso, mucha gente está buscando tanques donde sea e incluso tratan de usar algunos que se les ha dado un uso industrial, lo que sí puede constituir un riesgo para la salud, además de que éstos son de tipo industrial y carecen de un regulador de uso medicinal que se necesita.
“El oxígeno que distribuyen las empresas es de tipo médico. Cuando envasan se analiza el oxígeno que no tenga impureza, olor, que no estén contaminados. Analizan y se autoriza que sí es grado médico y los tanques son sólo para uso médico, pero si el tanque fue usado por un soldador, un hojalatero, puede tener olor a acetileno, a butano, a humedad, puede tener contaminantes; no conoces cuál es la procedencia y puede haber un riesgo, pero la desesperación de la gente ha hecho que traten de buscar un cilindro en cualquier lado”, comentó.
Advertencia
Ante la falta de reguladores, comentó, mucha gente está tratando de usar los de tipo industrial, pero no sirven, porque el flujo es muy elevado y lo que va provocar es que el oxígeno se gaste muy rápido.
“El tanque industrial mucha gente lo está usando y se están topando con que no hay reguladores en el mercado, los pocos que se encuentran son reguladores averiados y nos enfrentamos también a que ya no hay refacciones y, al haber desabasto, no se pueden habilitar”, expuso.
“Hay desabasto de tanques, de reguladores. Nosotros garantizamos el suministro, lo que falta son los recipientes especiales”, comentó.
Mientras, dijo que la demanda es creciente y si bien hubo mucha gente que se preparó desde el mes de marzo, como negocios y demás, pudieron comprar concentradores, ventiladores caseros, tanques portátiles y grandes, pero la demanda fue subiendo gradualmente.
Ahora es por necesidad
“Primero se compraba por prevención, pero desde el mes de junio ya fue por necesidad, se disparó de junio a lo que va de julio y los teléfonos no han dejado de sonar, mucha gente está buscando un cilindro”, comentó.
En cuanto a los precios, en Oxivime el costo va de 170 pesos por rellenar un cilindro portátil hasta los 2 mil 200.
“Manejamos diferentes precios, con un rango que va de los mil pesos hasta los 2 mil 200, en rentas con servicio incluido, no manejamos depósito cuando son de Mérida. La recarga de tanques portátiles es de 170”.
“Incluye la renta del equipo, lo que el costo del producto y la venta de los consumibles, las recargas son más baratas, desde los 170 a los mil 500, dependiendo de la capacidad”, expuso.
Sobre la duración de una recarga, dijo que es variable y en cuestión de cuánto se use el producto, pero en general un regulador de uso médico da un flujo de 3 litros por minuto y un tanque grande podría durar unas 45 horas, pero todo depende del uso que se le dé.
El reportero también consultó en la empresa Inframédica de Mérida, donde señalaron que no hay tanques para rentar y que no se sabe cuándo habrá disponibilidad. En el lugar una renta de tanque es de 600 pesos mensuales más la recarga de 730 pesos, más 4 mil 500 pesos de depósito.
“La verdad es que en todo Mérida está súper escaso, por ahora yo creo que en ningún lado encuentras”, expuso el encargado.
Por David Rico