El impacto de la parálisis económica generada por el coronavirus ha sido devastador para el turismo de cruceros en Yucatán y, en particular para el Puerto de Progreso, pues del 17 de marzo al 9 de septiembre se perderán 47 arribos programados, lo que significa que se dejará de percibir una derrama económica de más de 167.5 millones de pesos.
La Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) reporta en un informe elaborado al respecto de impacto del COVID-19 en el sector turístico que, en este período, se perderá la llegada de cruceros al Puerto de Progreso de las navieras Carnival Cruises, Royal Caribbean y Ponant, y dejarán de llegar con ello 129 mil 750 pasajeros.
Estos pasajeros habrían generado una derrama de 7 millones 435 mil 972 dólares, lo que significa 167 millones 532 mil 460 pesos, considerando un tipo de cambio de 22.53 pesos por dólar.
En el marco de la pandemia, se expone en el documento, el 9 de abril el Centro de Control y Enfermedades de Estados Unidos anunció la suspensión de navegación hasta que frene la contingencia por COVID-19 y se extendió el plazo inicial al 24 de julio.
Extienden suspensión
Posteriormente, el 19 de junio, la Asociación Internacional de Líneas de Crucero anunció que los miembros de la línea de cruceros oceánicos de la asociación y que incluye a grandes navieras que operan en la región de Norteamérica y el Caribe, extenderían de manera voluntaria la suspensión de operaciones desde los puertos de Estados Unidos hasta el 15 de septiembre.
Todo lo anterior ha provocado un escenario devastador para el turismo de cruceros en Yucatán y, en particular, para el Puerto de Progreso.
Debido a la cancelación de cruceros, prevista con una duración de 5 meses, se estima que en el Puerto de Progreso se ha afectado la actividad económica de cuando menos 80 empresas y el empleo de mil 483 personas, aunque el documento no especifica si estos trabajadores o algún porcentaje de ellos ha perdido su fuente de trabajo.
De las empresas y trabajadores afectados por la no llegada de cruceros están tour operadoras, masajistas, transportistas, taxis, agencias de tours, ambulantes, artesanos y restaurantes del malecón, así como artesanos que trabajan directamente en la terminal de llegada de cruceros.
Lo anterior constituye sólo al personal que trabaja en la primera línea, es decir, los que trabajan directamente con los visitantes que llegan en cruceros, pero a la cifra se deben agregar los empleos indirectos que también se ven afectados por la cancelación de tours, a través de los cuales los visitantes recorren varios puntos de la entidad.
Además de los propios empleos, se pierden también las propinas que generan los cruceristas y que forman parte de ingreso del personal ocupado en este segmento de mercado y que se han perdido definitivamente.
Por David Rico