Después de recurrir a un amparo y luego de cuatro horas de gestiones, el personal del Centro de Especialidades Médicas dio de alta a Ezequiel Morales, quien ingresó para ser atendido de COVID-19 y se recuperó, pero su familia sólo tenía 300 mil pesos del millón que hasta ayer pedía la institución para dejarlo salir.
El abogado Rodrigo Ortiz explicó que el paciente ingresó al CEM el pasado 6 de julio y al día siguiente fue intubado, después de varias semanas logró recuperarse, pero los responsables de la institución se negaban a darle de “alta” hasta que se cubra el costo total del tratamiento, que es alrededor de un millón de pesos.
Agregó que tuvo que recurrir a tres procedimientos, el primero fue una denuncia penal ante la Fiscalía del Estado, porque el personal del CEM amenazaba con dejar de suministrar atención al paciente si no se pagaba la cantidad económica, y además lo mantenían incomunicado, por lo que se presentó una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y finalmente un amparo, para evitar que la persona quede en estado de indefensión.
Agradeció la intervención de los cuerpos policiacos y de la Comisión de Derechos Humanos para que dejen de retenerlo de manera ilegal y así evitar que sus familiares sigan pasando zozobra.
Aunque el papá y el hijo son derechohabientes del IMSS, cuando el primero se vio grave no había cama disponible en esa institución y por esa razón lo llevaron al CEM, al enterarse que había una cama que dejó otro paciente que falleció de COVID-19, por lo que ahora buscarán que ese gasto sea subrogado por el IMSS.
No se niegan a pagar
Kevin Morales, hijo del paciente, manifestó que se vieron obligados a vender su propiedad y otros bienes para poder saldar la cuenta, pero sólo reunieron alrededor de 500 mil pesos y firmaron varios pagarés dejando algunas garantías, pero aún así personal administrativo se negaba a darle de alta hasta que la cuenta no sea liquidada.
Señalaron que la familia no se niega a pagar, por el contrario está agradecida por el trato que recibió la persona, pero no pueden continuar internado en ese centro porque ya no tienen recursos para pagar su estadía.
Además, personal de la clínica les pidió comprar un concentrador de oxígeno, una cama de hospital y una enfermera las 24 horas para que lo atienda, petición que lograron atender a pesar del fuerte gasto.
Porque cada día que permanecía en ese centro era de 35 a 40 mil pesos diarios y la familia ya no tiene para pagar y por eso piden que le den de alta.
Agregó que apenas ayer solicitó un amparo judicial para que permitan la salida de su papá, previo acuerdo.
No hubo traslado
Por otra parte, dijo que decidieron llevar a su papá al CEM porque ni en los hospitales privados ni públicos había camas disponibles, aunque jamás imaginó que su atención costara tanto, aún así está dispuesto a pagar siempre y cuando se le otorgue un tiempo considerable para poder cubrir lo que resta del tratamiento y su padre pueda irse a casa para continuar con los cuidados que los médicos le indiquen, porque ya no pueden seguir pagando tanto al CEM y por eso buscaba un acuerdo.
Finalmente el paciente de 73 años de edad fue dado de alta ayer poco antes de las dos de la tarde y trasladado a su domicilio, no al Hospital Temporal del Centro de Convenciones Siglo XXI, como se mencionó en un principio.
Por Víctor Lara Martínez