Habitantes de Celestún, Yucatán, que declinaron proporcionar sus nombres por temor a represalias, consideraron como una actitud reprobable y criminal, permitir la descomposición de algunos alimentos perecederos, y otras mercancías, almacenadas en la Casa de la Cultura.
Toda esta mercancía, así como cubetas, escobas, trapeadores, botellas de agua purificada, pañales desechables de adulto, y demás, fueron traídos a este pueblo costero, por disposición del gobierno del Estado, durante los efectos de “Cristóbal”, en junio pasado.
No se sabe con exactitud porque ninguno de estos productos, apilados en ese inmueble, que al parecer ya comenzaron a desaparecer de manera misteriosa, no fueron repartidos entre la población, afectada por el fenómeno natural.
En nuestra edición del 31 de julio pasado, publicamos una declaración de pobladores, quienes reprobaron que, mientras la gente está padeciendo hambre durante esta Pandemia por el COVID-19, el Ayuntamiento local que encabeza la Alcaldesa Yulma Yumira, mantiene embodegados en dicho edificio, toneladas de víveres y agua purificada.
En aquel entonces, los vecinos dijeron que “nuestra preocupación es que muchos de esos productos, incluidas despensas, que se encuentran guardadas en la parte alta y baja del inmueble citado, están a punto de caducar, lo que consideramos injusto”, aseguraron vecinos al representante del periódico Por Esto!.
Se averiguó que estos apoyos, que corresponden al Fondo de Desastres Naturales, y que fueron enviados por el gobierno estatal, y otra parte que corresponde a donaciones, llegaron a este municipio desde el problema por las inundaciones provocadas por los fenómenos naturales de Amanda y Cristóbal.
Entre estos productos se encuentran bolsas de rafia que se utilizan para formar barricadas para evitar el paso del agua durante las inundaciones, lo mismo que toneladas de agua purificada, regadas en el piso, así como despensas y otros alimentos guardados en cajas de cartón.
Todavía los lugareños consideran, que si ese apoyo no se repartió durante la emergencia por inundaciones, bueno sería que en esta época en que mucha gente tiene problemas económicos por la contingencia sanitaria, se reparta entre la comunidad, lo que debió hacerse desde semanas atrás.
Los quejosos insistieron que tienen conocimiento que por las noches, aprovechando el toque de queda, que se aplica en todo el Estado, por la misma Pandemia, desconocidos han estado sustrayendo ese apoyo con rumbo desconocido, mientras que la demás mercancía caduca y se descompone sin remedio.
Por Esto! Corresponsalías