Habitantes de las comisarías de Molas, Tahdzibichén y Yaxnic tienen prohibido enfermarse por temor a ser contagiados si acuden a consultar al Hospital O’Horán o al Seguro Social y, por otra parte, por el alto costo del servicio de taxi.
Así lo manifestaron ayer habitantes de esas comunidades cercanas a la ciudad de Mérida, pero que a la vez se sienten alejadas de los servicios médicos porque en Molas funciona sólo un módulo de salud por las mañanas y cierra al mediodía.
Elena Méndez Gómez, vecina de Tahdzibichén, dijo que al no haber un módulo de atención médica, cuando alguien de su familia se enferma prefieren ir a consultar a alguna de las farmacias del Dr. Simi, sobre todo ahora que dejó de estar afiliada al Seguro Social.
Mi esposo trabaja en Mérida como albañil y hasta ahora no le han dado de alta en el IMSS, por eso si me llegara a enfermar prefiero ir a un médico familiar o con los que trabajan en alguna farmacia, siempre y cuando sea por la mañana y parte de la tarde, pues pasadas las 9 de la noche no hay servicio de transporte y si ocupo el servicio de taxi me cobran 300 pesos sólo para llevarme a la ciudad capital; a lo que hay que añadir el costo de los medicamentos, consulta, etc.
A su vez, Jesús Waldemar Mota Sánchez, de Molas, dijo que a mediados de mayo se registraron cuatro casos de COVID-19 y hasta la fecha no se ha vuelto a registrar otro, además de que en esa localidad cuentan con un módulo de atención médica que funciona de 9 a 12 horas; por la tarde hay un médico particular, Antonio Chi Be, para atender las necesidades de la población de 14 a 18 horas.
Cuando se presenta un caso de COVID-19 se habla al 911 para su traslado, porque la ambulancia que hay en esa localidad sólo es para pacientes no muy graves, porque no se cuenta con servicio de paramédicos.
Complicado
Por su parte, María Isabel Castillo Rodríguez dijo que enfermarse en tiempos de la pandemia es muy complicado, porque en Yaxnic no hay módulos de medicina familiar, ni unidades de traslado, por lo tanto cuando hay una persona grave se comunican al 911 o consiguen un taxi para trasladarse a la ciudad de Mérida, lo que resulta muy caro porque el servicio no baja de los 400 pesos.
Por fortuna en esa localidad sólo dos o tres personas han sido diagnosticadas como positivas y creo que una falleció, pues al menos pudo observar la llegada de una carroza fúnebre, pero eso fue hace varias semanas y después de eso las personas se aislaron en sus casas; es tal el temor que cuando ven a alguno de los familiares de las personas que han tenido esa enfermedad, cruzan al otro lado de la acera por temor a ser contagiadas, lo que considera exagerado.
Por Víctor Lara Martínez