El cítrico agridulce es uno de los que sufre su peor caída en precio, pues se cotiza en 30 pesos la caja en el mercado municipal, mientras que la pitahaya va en ascenso y se cotiza hasta en 250 pesos la caja, según las comerciantes.
Guadalupe es de Yotholín y señala que desde el jueves trajo 55 cajas de naranja dulce al mercado y hasta el momento no ha logrado venderlas.
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"No lo compran, ni siquiera lo piden, tenemos que ofrecerlo durante el día a 30 pesos y aún así no lo quieren, desde el jueves que lo tengo y hasta hoy sábado no lo he logrado vender", señaló.
Por su parte Martha Cabrera, originaria de Dzan, indica que por su parte trajo 60 cajas del mismo cítrico, ya que por el momento sólo eso tienen para cosechar,
"Sólo eso tenemos ya que el aguacate se nos acabó pronto porque la tormenta tropical "Cristóbal " tiró la mayoría de los frutos" indicó.
Ambas aseguran que la pandemia es la causante de que la venta de sus naranjas se haya caído, según dicen que antes del inicio de la contingencia sanitaria por el COVID-19, había compradores que se llevaba hasta 200 cajas, pero que debido a que se cerraron las zonas turísticas ya no está comprando mucho y sólo se lleva unas 15 por viaje.
Por otra parte Rosaura Ke, junto con su sobrina, se dedican a vender pitahaya la cual menciona está a punto de finalizar su temporada, además dice que selecciona en primera y segunda. Rosaura dijo tener 15 cajas primeras la cual oferta en 250 pesos mientras que las segundas a 180, pero durante el día apenas ha vendido seis.
"Apenas ya vendí seis cajas pero ojalá que en la tarde lleguen los compradores para que pueda vender el resto, ya se va a acabar la temporada, sólo le queda un corte mas en el mes", señala.
La mayor preocupación de las comerciantes es que no salga quien les pueda interesar y comprar su mercancía que les dé para los gastos del hogar.
Roberto Hernández