Luego de una reunión de la Conago con la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y otros funcionarios, el Gobernador Mauricio Vila Dosal dijo que se acordó que el semáforo epidemiológico federal no tenga un carácter obligatorio, lo que significa que Yucatán seguirá en Semáforo Naranja.
El Gobernador de Yucatán explicó que el semáforo federal será indicativo solamente, es decir, será una referencia, pero las decisiones se tomarán en los Estados. Asimismo explicó que es muy importante replantear el marco conceptual de las medidas sanitarias, ya que las reglas establecidas en el mes de marzo, al inicio de la pandemia, correspondían a una situación que se vislumbraba temporal, pero ahora las condiciones han cambiado y se seguirá dando prioridad a la salud, sin dejar de lado los aspectos económicos, educativos y de gobernabilidad que deben ser tomados en cuenta para la aplicación del semáforo en cada Estado.
Esto es –explicó Vila Dosal– porque la pandemia dejó de ser una emergencia y es ahora una situación con la que tenemos que vivir a largo plazo, ya que no tenemos una fecha para que termine. En el mismo sentido, los gobernadores asistentes expresaron que cambiar el semáforo de un día para otro y cerrar la economía de todo un Estado, implica pérdida de empleos y afectaciones a las familias, lo que no corresponde a un escenario que se prolongará.
Vila Dosal recalcó que el semáforo emitido por la Federación será una sugerencia para los Estados y cada entidad, de acuerdo a sus necesidades y problemáticas, tomará sus propias decisiones que, en el caso de Yucatán, como todos sabemos, solamente puede continuar por ahora con el Semáforo Naranja, ya que empresarios, comerciantes en general y otros sectores han pedido que no se pase al Semáforo Rojo.
Al encuentro asistieron, entre otros, el Secretario de Salud federal, Jorge Carlos Alcocer Varela; el subsecretario Hugo López-Gatell Ramírez; la Jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum Pardo, y los gobernadores de San Luis Potosí, Hidalgo, Querétaro y el Estado de México.
Por Roberto López Méndez