Carlos Augusto Cárdenas Cáceres, propietario, de la cadena de restaurantes Leo, informó ayer que luego de que le llegara un cobro excesivo de la CFE por concepto de la energía eléctrica que no pudieron haber consumido en su sucursal de Plaza Fiesta, porque estaba cerrada, la paraestatal le redujo el cobro a la mitad.
En efecto, con motivo del inicio de la pandemia ellos habían recortado sus horarios del 26 al 31 de marzo, y el día primero de abril, al dar el Gobernador del Estado la orden de que fueran cerradas las plazas comerciales, ellos cerraron dicha sucursal, pero cuando llegó el recibo de la luz tenía un cobro mayor al del bimestre anterior en que el recibo llegó por 9,199 pesos, tiempo en que sí estuvo abierta en forma normal dicha sucursal. Este cobro excesivo llegó por la cantidad de 9,725 pesos, y el período facturado fue del 5 de marzo al 6 de mayo. Sin embargo, una vez que externó su inconformidad, como se hizo viral, le llamó el director Peninsular de la CFE y le dijo que se trataba de un error, mismo que se corrigió.
Cárdenas Cáceres dijo que el cobro excesivo que se le estaba haciendo fue solamente uno de los muchos que se registraron, según explicó la CFE porque no se tomó la lectura de los medidores sino se estimó el consumo sin pasar a checarlos.
Por otra parte informó que la cadena de restaurantes Leo tiene 5 sucursales en Yucatán y da empleo a 140 personas, y junto con los empleados de otros dos estados donde tiene establecimientos cuenta con 400 trabajadores.
Dijo asimismo que un estudio realizado en conjunto con la Canirac y un investigador de la UADY reveló que la tarifa comercial que se paga en Yucatán es la más alta de todo el país, lo que reiteradamente han solicitado que se corrija. Finalmente externó que la industria de nuestro Estado necesita que le surtan de gas natural, que resulta más económico y abarata los costos.
Por Roberto López Méndez