El oficio de talabartería es un trabajo que no obstante de las adversidades continúa presente en la ciudad de Tizimín, a pesar de que con el paso de los años, la fabricación de productos elaborados a base de piel de animales ha disminuido considerablemente, por lo que personas dedicadas a este arte están enfrentando una difícil situación en este tiempo por la pandemia.
Tal es el caso del señor José Alfredo Dzul, quien dijo que lleva veinte años dedicándose a este oficio que aprendió desde que tenía 15 años de edad. Nos platicó que trabajó como talabartero con el señor Renán Castro, fue ahí cuando inició y le gusto este trabajo “este arte me gusto desde siempre, poco a poco fui independizándome y ahora trabajó en mi pequeño taller Yuca, ubicado en la calle 60 x 39 y 41. El trabajo de un talabartero tiene altas y bajas, ahora por ejemplo, la situación ha bajado desde que comenzó la pandemia y por el momento me estoy dedicando a reparaciones como son de montura”.
“Ahora al no estarse llevando a cabo las ferias tradicionales en los diferentes municipios nos afecta, porque los vaqueros ya no adquieren sus artículos como monturas nuevas, cinchos, cinturones, entre otros. Ahora nuestra ganancia es mínima entre los 150 a 300 pesos diario y no todos los días, cuando antes era diferente si te compraban una montura cuyo precio está entre los 3 y 6 mil pesos”.
José Alejandro Sánchez, quien aprendió este oficio porque trabajaba con otro talabartero, con el paso de los años quiso independizarse y ahora ya son dos años que está laborando por sí solo en su taller ubicado en la calle 41 x 47 y 49.
Comentó que ahora el trabajo de talabartería ha bajado por la pandemia, vino a paralizar las actividades de muchas personas, como en todo, hay semanas que esta regular el trabajo, otro de plano no hay nada, en mi caso ahora me estoy dedicando nada más a reparaciones y los efectos del clima nos ayuda, porque en ocasiones se desajustan las monturas de los ganaderos y es cuando ellos acuden de nuestro servicio, para que se les de mantenimiento.
“este tiempo está muy difícil, las temporadas altas se registran por las ferias, pero debido a que se suspendieron por la pandemia el trabajo decayó. Ahora en ningún lado se está realizando las fiestas tradicionales, como son las corridas de toros, es por eso que los ganaderos o vaqueros ahora no están adquiriendo de sus monturas, cinchos, fundas, billeteras, cinturones, entre otros, debido a que no están participando en las ferias, esto nos perjudica económicamente por que obtenemos mínimas ganancias”.
Explicó que le gusta este oficio a pesar de tener altas y bajas, debido a que fabrica una variedad de artesanías elaborados con piel, para lo que utiliza herramientas como, cuchillo, pinzas, tijeras, máquina para costurar, entre otras cosas necesarias para confeccionar estos artículos.
Por Raquel Margarita Huerta