El fallecimiento del maestro jubilado Ángel Arturo Chulim Interian, “Camote”, debido a un infarto dejó ver nuevamente las carencias médicas de nuestra localidad y la inevitable condena a muerte que significa una falla cardíaca, para los ticuleños y ciudadanos de poblaciones circunvecinas, al no contar con los medios adecuados ante una emergencia de este tipo.
El maestro Ángel fue una persona muy conocida en el ámbito local desde su juventud, y más aún después de su jubilación docente ya que se dedicó de tiempo completo a administrar un restaurante bar de mucha aceptación en la comunidad. Sus colegas y vecinos señalaron que, al ponerse mal por un dolor muy fuerte en el pecho, decidieron llevarlo a la clínica local de ISSSTE, al ser derechohabiente de este sistema.
Lo que derivó que al llegar a dicho hospital no pudiera ser atendido, ya que aparentemente el médico en turno, ¡No estaba!, presuntamente lo contactaron vía telefónica, por lo que se presentó poco después para corroborar el fallecimiento del maestro Ángel.
Los amigos del maestro señalaron que el médico los regañó por trasladar al difunto en un carro particular.
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“¿Por qué lo trajeron?”, presuntamente les dijo, entre otras cosas, y les sugirió llevarse al ya fallecido para evitar engorrosos trámites ante la Fiscalía por haber perecido en la clínica.
Amigos del maestro comentaron que se habría tratado de conseguir ayuda médica de manera particular desde los primeros momentos de su malestar, pero ningún médico accedió, situación que ciertamente causó indignación entre amigos y familiares.
En cuanto a la trayectoria educativa del maestro Ángel, este formó parte de la segunda generación de maestros egresados de la entonces ENETY, tocándole iniciar su noble labor educativa en Turicato, Michoacán, donde estuvo por dos años; luego logró una permuta a Río Blanco, Veracruz, donde permaneció 11 años, de los cuales siete compartió con su esposa doña Aída Mejía, con quien procreó una pareja, Adriana y Omar, los dos hoy profeisonistas.
Posteriormente llegaría en cambio de Estado a laborar a Las Coloradas, después a Becanchén de la zona de Tekax y finalmente arribaría a la “Pastor Ramírez Coello” de Sacalum, donde culminaría su apostolado educativo, para obtener su merecida jubilación, de la cual desafortunadamente sólo pudo disfrutar un breve período de tiempo al fallecer con apenas 59 años de edad.
Amir Jesús Mex Ayuso