“Antes que nada gracias a Dios que nos permitió encontrar un banco de pulpo en este mes de septiembre, logrando capturar 55 kilos del molusco”, comentaron don Tomás Lavadores Tun y Tomás Lavadores Herrera, padre e hijo, quienes arribaron a la Caleta de Yucalpetén la tarde de ayer con 55 kilos de pulpo rosado maya, a bordo de su lancha de ribera.
Ambos pescadores de ribera, con mucha experiencia, dieron a conocer la tarde de este jueves que,fue un día de suerte para este par de ribereños. El precio se los pagaron a 55 el kilo, debido al tamaño del octópodo rosado maya que es considerado de muy buena calidad, cada molusco estaba arriba de dos kilos y les tomó por sorpresa ver cómo las jimbas de su lancha se doblaban por el peso del pulpo.
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“Después de sacar los gastos de operación le quedó a mi papiringo (como le dice a su padre), 400 pesotes y a mí la misma cantidad, que en realidad como está la situación, es un dinero que no esperábamos”, mencionó Tomás.
Como todos los pescadores, zarpan de la Caleta alrededor de las 07:00 horas y se fijan a siete brazas de la costa (14 kilómetros mar adentro), los hombres de mar comentaron que hasta el mediodía sólo habían capturado 10 kilos, pero después de la comida decidieron moverse a otro lugar y fue alrededor de dos horas después que sus jimbas se doblaron y no podían creer que se toparon con un banco de pulpo grande con el cual lograron rápidamente llegar a la cantidad de 55 kilos.
A pesar de haber logrado ubicar un buen lugar para capturar, vieron cómo el clima comenzó a cambiar y decidieron regresar al puerto, no sin antes marcar con el GPS las coordenadas para volver el viernes y ver si corren con la misma suerte.
Con más de tres décadas dedicadas a la pesca, estos dos hombres dieron a conocer que las corrientes ahora, después de los fenómenos meteorológicos, están encontradas, por lo que todo parece indicar que se está acercando el molusco a la costa.
Los hombres de mar dieron a conocer que son pescadores libres, sus gastos ellos los costean, la embarcación donde laboran es propia y su producto se lo venden al que les ofrezca mejor precio.
También comentaron que sólo cuentan con una bicicleta, por lo que es difícil llegar con el producto a las congeladoras donde se paga más por el pulpo, pero saben que el pacotillero tiene que sacar su ganancia, por lo que están conformes con lo que obtienen.
“Fue un día exitoso, pero también los hay amargos cuando no sale ni para la gasolina, pero la pesca así es, a veces hay y otras no, en cuanto al precio de 55 pesos kilo, en este año de pandemia dio inicio con 45 pesos kilo después subió a 50 y ahora llega a 55, aunque nada en comparación con el año pasado cuando el molusco llegó a costar a 120 pesos kilo”, compartieron padre e hijo.
Julio Jiménez Mendoza