Si bien la industria de la construcción está atravesando por un momento difícil a causa de la pandemia de COVID-19, ya para el cierre del último trimestre del 2020 se espera una estabilidad en este sector de la producción, así lo estimó el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Delegación Yucatán, Raúl Aguilar Baqueiro.
Precisó que “si vemos el 2020 en comparación con el 2019, en el periodo de enero a mayo, desafortunadamente hay una caída en el valor de la producción de las empresas constructoras de un 32 por ciento”.
Aguilar Baqueiro indicó que, como era de esperarse, los efectos de la pandemia provocaron una desaceleración tanto en la obra pública como privada. Por tal motivo, destacó la importancia de que se haya puesto en marcha el Plan de Reactivación Económica de la entidad.
Asimismo lamentó los recortes a la obra pública, sin embargo, esto se dio incluso antes del inicio de la contingencia sanitaria.
“A raíz de la contingencia, el Gobierno Federal realizó recortes y las autoridades municipales y estatales se vieron obligadas a reorientar recursos propios hacia el tema de la salud, y eso provocó que haya menos inversión en la obra pública”: expuso.
Calificó de difícil la situación, sin embargo, espera que para el cierre del 2020 haya estabilidad en el precio de insumos como el cemento, en el entendido que la paridad cambiaria, es decir, cómo se cotiza el peso mexicano frente al dólar estadounidense, muestra una recuperación.
Aguilar Baqueiro añadió que, luego de los impactos del COVID-19, espera que la obra pública suba al menos un 30 por ciento tras la semiparálisis de 6 meses a causa del coronavirus.
Externó que esta industria se reactivó desde junio, pero es importante que todos los sectores de la producción vayan de la mano para poder relanzar la economía local.
“La industria puede estar abierta, pero si el comerciante, el inmobiliario, entre otros sectores, no echan a andar sus inversiones va a ser complicado”: concluyó.
Por Guillermo Castillo