El Centro Histórico de Mérida guarda entre sus calles, importantes edificios que deben ser aprovechados para atraer visitantes, señala historiador en el Día Internacional del Turismo
Los sitios históricos como el Gran Hotel ubicado en el Parque Hidalgo –en el corazón del Centro Histórico de Mérida–, el barrio de La Ermita y la iglesia más antigua de la capital yucateca, San Juan de Dios, son lugares que permanecen detenidos en el tiempo, que no se ha aprovechado su vocación para atraer visitantes, señaló el cronista de la ciudad, Jorge Álvarez Rendón, durante una charla con motivo del Día Internacional del Turismo.
Además recomendó apostar a que estos espacios cuenten con obras de teatro o bien alguna otra expresión artística para atraer al visitante.
Breve repaso histórico
Hacia mediados del siglo XIX llegaron a la entidad los primeros viajeros-exploradores atraídos por las ruinas prehispánicas de Yucatán, John Lloyd Stephens, el arquitecto-dibujante Frederick Caterwood y John Cabot fueron los primeros en arribar y, luego de su travesía y de las vivencias experimentadas en la entidad, publicaron un texto reconocido entre los expertos llamado “Incidentes de un viaje a Yucatán”, así lo informó el historiador y profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Iván Vallado Fajardo.
“Estos exploradores realizaron un recorrido por el Estado recopilando información y, como no había fotografía, pintaron muchos elementos de la entidad”: apuntó.
Vallado Fajardo explicó que tras la publicación del texto vendría una especie de “boom”, conocido como el redescubrimiento de los mayas, ya que por un tiempo estos destinos turísticos estuvieron abandonados, es decir, fueron ignorados. “Por un tiempo, alrededor del siglo XVIII, estos lugares no importaban mucho”, acotó.
El especialista dijo que hacia mediados del siglo XIX –alrededor de 1840– un yucateco, Juan Pío Pérez, hizo una compilación muy importante de la vida del pueblo maya, sus costumbres, incluso de las ruinas, esto se sumó también al redescubrimiento de la zona maya de Yucatán y, con ello, el interés de los viajantes por visitar la entidad.
Aunado a lo anterior, Vallado Fajardo mencionó que textos ingleses como “El Egipto americano”, que hacía referencia a Yucatán, logra ser un éxito en Europa y aumenta el interés de los extranjeros por conocer las zonas arqueológicas de la entidad.
“Esta fase se da a finales del siglo XIX y va a ser conocida como el redescubrimiento de los mayas, porque se empata con la preocupación del rescate arqueológico que se desarrolla en estas fechas hasta el principio del siglo XX”: ahondó.
El historiador indicó que las atracciones turísticas estuvieron vinculadas con el quehacer arqueológico, al menos en Yucatán. Posteriormente los redescubrimientos de las zonas arqueológicas iban a jugar un papel preponderante para la atracción de visitantes, como hasta la fecha.
Vallado Fajardo recordó que el gobernador Felipe Carrillo Puerto haría la primera carretera a Chichén Itzá.
“Dicen que dijo –Carrillo Puerto– que esa vía iba a ser para que los mayas conozcan las construcciones que edificaron sus antepasados”: concluyó.
Potencializar los atractivos
Por su parte, el cronista Álvarez Rendón dijo que si bien el arribo de visitantes se dio hacia medios del siglo XIX, éstos tenían que ser necesariamente españoles o en su defecto ingleses. Eso sí, “gente que era católica, porque si por ejemplo venía un extranjero de otra religión a la predominante, era considerado enemigo de la Iglesia”, apuntó.
Dijo que el turismo como tal habría iniciado en el Estado hacia la década de 1930-1940, cuando empezaron a erigirse los hoteles. Relató que particularmente en la capital yucateca uno de los primeros lugares de hospedaje con relevancia fue el Gran Hotel, que aún continúa en operación en el corazón de la capital yucateca, en el Parque Hidalgo, es decir, en la calle 60 entre 59 y 61.
“En ese hotel llegaba el turismo nacional, era el más elegante, incluso Francisco I. Madero se hospedó ahí siendo candidato a presidente, eso sí lo tenían vigiladísimo”: compartió.
El cronista dijo que lugares como el barrio de La Ermita y el mismo Gran Hotel son lugares que se han conservado a lo largo del tiempo, prácticamente sin cambios. Señaló que el templo católico más antiguo de Mérida no es la Catedral de San Ildefonso, sino la Iglesia San Juan de Dios, ubicada en la esquina de la calle 58 entre 59 y 61 del Centro de Mérida.
Lamentó que hayan demolido el Hospital San Juan de Dios, donde actualmente hay un estacionamiento, esto en la calle 61 entre 58 y 60, en el primer cuadro de la ciudad. En ese sentido, consideró desafortunado que la iglesia más antigua de Mérida permanezca cerrada con sendos candados.
Álvarez Rendón indicó que potencializar los destinos turísticos con ese toque extra como expresiones artísticas muy propias de la región, podrían catapultar a la entidad a nivel mundial. Es decir, tener la posibilidad de que al lado de un cenote haya un restaurante que al mismo tiempo ofrezca espectáculos de trova u otra expresión artística, daría un valor agregado a esos sitios icónicos como el barrio de La Ermita, la Iglesia de San Juan de Dios, esfuerzos que podrían hacer más agradable la estancia para los turistas que nos visitan.
Por Guillermo Castillo