“Las mujeres actualmente buscamos igualdad de género, esto se registra en los cargos públicos, oficinas, profesiones, pero no veo porque este hecho no deba darse también en los trabajos rudos, como es el caso de la albañilería, y no por la pandemia sueño ser contratista”, señaló Samantha Falcón Pech, de 20 años de edad, originaria de la comisaría de Chicxulub Puerto.
Dejó claro que no es un oficio ocasional por la pandemia, ya que desde hace un lustro comenzó a trabajar como albañil en su natal municipio, donde está aprendiendo el oficio. Samantha comentó que al principio fue rudo, pero ahora es parte de su vida, y reiteró que, con su trabajo y esfuerzo, espera poder llegar a ser la primera mujer alarife que se convierta en contratista.
“Hace cinco años tuve la oportunidad que mi tío me llevó con el contratista de una obra, Sergio Aguilar Aguilar, conocido como el ‘Chombo’ en el ambiente de los alarifes, me miró con desconfianza y me dijo, sabes lo que hace un albañil, necesitaba trabajo y le pedí me diera la oportunidad”, señaló Falcón Pech.
“No muy convencido, de que era verdad la solicitud, me mandó con el capataz de una de sus obras, como que al principio estaba considerando que soy mujer y me ponían a llevar herramientas, comencé colando arena, polvo de piedra, batiendo piedra, pero después le dije que yo vine a trabajar de albañil y debería hacer lo que hacen estos trabajadores y desde luego tener el salario igual al de todos los ayudantes o media cuchara como le dicen algunos”, continuó.
“Me dije, si las chicas van al gimnasio para cargar pesas, yo cargo bloques y bovedillas, me mantengo en forma y trabajando, así que hacer el trabajo que realiza un alarife aprendí a revocar, pegar bloques y ahora pego mosaicos que es trabajo de enlozado, soy un albañil”.
“Mi meta es llegar a ser contratista debido a que conozco el oficio de una persona que conoce los porcentajes de los materiales que se utilizan en las construcciones, la elaboración de armados de acero y todo esto me permite crecer en este oficio de ser albañil”.
“Los fines de semana el pago que recibo es igual al de los demás albañiles, no hay distinciones en el trabajo, realizo lo que los demás empleados de la pala y cuchara.
Desde luego no pongo en duda que pronto surjan más mujeres albañiles, mecánicas automotrices, pintoras de casas, ya que actualmente el trabajo puede ser realizado por ambos sexos, sólo falta que nos den la confianza por los patrones de demostrarles que podemos con el trabajo”.
“Además que las mujeres tenemos la misma fuerza que los hombres y no sólo destacamos en trabajos de ciencia y de oficina, también estamos presentes en los trabajos rudos”, finalizó.
Con información deJulio Jiménez Mendoza
Por Redacción Digital Por ESto!
MP